Habiendo llegado a ninguna parte
John Tranter
(Cooma, Nueva Gales del Sur, Australia, 1943)
Equilibrio
El viajero allí sentado se encorva sobre la mesa,
su mano juega con el vaso de pálido, agrio líquido.
En un rincón poco iluminado alguien toca una mandolina
y el calor vacila en la entrada.
Puede ver el ómnibus arrastrándose hacia
el desierto. Habiendo llegado a ninguna parte,
él encuentra una porción de desesperanza como una
pistola acurrucándose en cómodo equilibrio en la mano.
(Versión Esteban Moore)
Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char
No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char
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