WALLACE STEVENS
(Reading, Pennsylvania, 1879 - Hartford, Connecticut, EE.UU., 1955)
Otras versiones de Notas para una ficción suprema
(Notes towards a supreme fiction)
Debe ser abstracto
I
Empieza, efebo, por percibir la idea
de esta invención, este mundo inventado,
la inconcebible idea del sol.
Debes hacerte de nuevo un hombre ignorante
y ver con ojo ignorante el sol de nuevo
y verlo claramente en la idea de sol.
Nunca supongas que una mente inventora es la fuente
de esta idea ni compongas para esa mente
un voluminoso dueño envuelto en su fuego.
Qué limpio el sol cuando visto en su idea,
lavado en la más remota limipieza de un cielo
que nos ha expulsado con nuestras imágenes....
La muerte de un dios es la muerte de todos.
Yazga el purpúreo Febo en cosecha umbría,
dormite y muera Febo en umbría otoñal,
Febo ha muerto, efebo. Pero Febo fue
un nombre para algo que nunca pudo nombrarse.
Había un proyecto para el sol y lo hay.
Hay un proyecto para el sol. El sol
no debe tener nombre, florecedor de oro, sino ser
en la dificultad de lo que él va a ser.
*
It Must Be Abstract
I
Begin, ephebe, by perceiving the idea
Of this invention, this invented world,
The inconceivable idea of the sun.
You must become an ignorant man again
And see the sun again with an ignorant eye
And see it clearly in the idea of it.
Never suppose an inventing mind as source
Of this idea nor for that mind compose
A voluminous master folded in his fire.
How clean the sun when seen in its idea,
Washed in the remotest cleanliness of a heaven
That has expelled us and our images . . .
The death of one god is the death of all.
Let purple Phoebus lie in umber harvest,
Let Phoebus slumber and die in autumn umber,
Phoebus is dead, ephebe. But Phoebus was
A name for something that never could be named.
There was a project for the sun and is.
There is a project for the sun. The sun
Must bear no name, gold flourisher, but be
In the difficulty of what it is to be.
**
Debe cambiar
VII
Después de un brillo de la luna, decimos
que no necesitamos de ningún paraíso,
que no necesitamos himno seductor alguno.
Es verdad. Esta noche las lilas magnifican
la fácil pasión, el amor siempre presto
del enamorado que tenemos dentro y aspiramos
un olor que no evoca nada, absoluto.
En plena mitad de la noche nos encontramos
con el olor purpúreo, la abundante floración.
El enamorado suspira como por la dicha accesible,
que puede al aspirar llevar dentro de sí,
poseer en su corazón, ocultar y conocido nada.
Porque la fácil pasión y el amor siempre presto
son de nuestro nacimiento terreno y de aquí y ahora
y de donde vivimos y de todas las partes en que vivimos,
como en la nube cimera de una noche-tarde de mayo,
como en el valor del hombre ignorante,
que canta según el libro, en el ardor del docto, que escribe
el libro, ardiendo en deseos de otra dicha accesible:
las fluctuaciones de la certidumbre, el cambio
de grados de percepción en la oscuridad del docto.
*
It must change
VII
After a lustre of the moon, we say
We have not the need of any paradise,
We have not the need of any seducing hymn.
It is true. Tonight the lilacs magnify
The easy passion, the ever-ready love
Of the lover that lies within us and we breathe
An odor evoking nothing, absolute.
We encounter in the dead middle of the night
The purple odor, the abundant bloom.
The lover sighs as for accessible bliss,
Which he can take within him on his breath,
Possess in his heart, conceal and nothing known.
For easy passion and ever-ready love
Are of our earthy birth and here and now
And where we live and everywhere we live,
As in the top-cloud of a May night-evening,
As in the courage of the ignorant man,
Who chants by book, in the heat of the scholar, who writes
The book, hot for another accessible bliss:
The fluctuations of certainty, the change
of degrees of perception in the scholar's dark.
**
Debe dar placer
VI
Cuando a la medianoche larga el Canónigo se fue a dormir
y las cosas normales a bostezos se hubieron hecho desaparecer,
la nada era una desnudez, un punto,
más allá del que los hechos no podían progresar como hechos.
Por consiguiente el saber del hombre concibió
una vez más las pálidas iluminaciones de la noche, el oro
por debajo, muy por debajo, de la superficie de
su ojo y audible en la montaña de
su oído, el material mismo de su mente.
De modo que él era las alas ascendientes que veía
e iba sobre ellas por los astros exteriores de las órbitas
descendiendo al lecho de las niñas, sobre el que
yacían. Entonces con enorme patética fuerza
voló directamente a la corona extrema de la noche.
La nada era una desnudez, un punto
más allá del que el pensamiento no podía progresar como pensamiento
Tenía que elegir. Pero no era una elección
entre cosas que se excluyen. No era una elección
entre, sino de. Eligió incluir las cosas
que están una en otra incluidas, el todo,
la complicada, la acumuladora armonía.
*
It Must Give Pleasure
VI
When at long midnight the Canon came to sleep
And normal things had yawned themselves away,
The nothingness was a nakedness, a point,
Beyond which fact could not progress as fact.
Thereon the learning of the man conceived
Once more night's pale illuminations, gold
Beneath, for underneath, the surface of
His eye and audible in the mountain of
His ear, the very material of his mind.
So that he was the ascending wings he saw
And moved on them in orbit's outer stars
Descending to the children's bed, on which
They lay. Forth then with huge pathetic force
Straight to the utmost crown of night he flew.
The nothingness was a nakedness, a point
Beyond which thought could not progress as thought.
He had to choose. But it was not a choice
Between excluding things. It was not a choice
Between, but of. He chose to include the things
That in each other are included, the whole,
The complicate, the amassing harmony.
Versiones: Javier Marías
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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char
No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char
René Char
No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char
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