jueves, 19 de febrero de 2015

La mesa de escribir es hecha de amor y de sumisión

Hilda Hilst

(Jaú, Brasil, 1930- 2004)

XXII

No me busques ahí
donde los vivos visitan
a los llamados muertos.
Búscame
dentro de las grandes aguas
en las plazas
en el fuego corazón
entre caballos, perros,
en los arrozales, en el arroyo
o junto a los pájaros
o en el reflejo
de otro alguien,
subiendo un duro camino.
Piedra, semilla, sal
pasos de la vida. Búscame ahí.
Viva.
***
De Balada de Alzira (1951) 

XVI 
O que nós vemos das coisas são as coisas.
Fernando Pessoa

Las cosas no existen.
Lo que existe es la idea
melancólica y suave

que hacemos de las cosas.

La mesa de escribir es hecha de amor
y de sumisión.
En tanto
nadie la ve
como yo la veo.
Para los hombres
es hecha de madera
y está cubierta de tinta.
Para mí también
mas la madera protege su interior
pues su interior es humano.

Los libros son criaturas.
Cada página un año de vida,
cada lectura un poco de alegría
y esta alegría
es igual al consuelo de los hombres
cuando inquietos permanecemos
en respuesta a sus inquietudes.

Las cosas no existen.
La idea, sí.

La idea es infinita
igual que el sueño de los niños.

Traducción: Leo Lobos

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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char