Tomada de |
(Mendoza, Argentina, 1962. Reside en Buenos Aires)
Postal
Quizá sea el momento
de tener una casa, un hogar
un perro que nos lama
Estampita
del álbum familiar
lejos del centro
tuvimos una casa
postal imperfecta
faltó siempre
el animal doméstico
**
DESEAR TENER PERDER
casi inmediatamente
volver a desear
desearte a vos
hasta que no sienta
nada
Tirarme al sol
que el calor sea aplastante y parejo
me cubra palmo a palmo
sin demandar mi vida a cambio
ser feliz
con esto que me queda
**
NO RECUERDO LA SONRISA DE MI PADRE
Aunque la enfermedad lo devoraba
siempre ponderé
la belleza de mi padre:
sus grandes ojos
sus manos alargadas
el aire irónico con que miraba el mundo
Desde su silla de ruedas
si alguien cometía una torpeza,
cosa frecuente dado el lugar
las circunstancias,
si me miraba en esas circunstancias
sonreía calladamente
yo tomaba ese gesto como una señal de bienvenida,
de ser parte de su mundo
Sin embargo
no recuerdo su sonrisa, digo,
lo material
de su sonrisa
¿Sus dientes eran amarillos
o parejos?
En el recuerdo
la sensación es de felicidad
pero la imagen congelada
al mirarme
es la sonrisa que ofrecemos al perro abandonado
que al cruzarnos en la calle nos sigue
mueve la cola, no nos muerde
Creo que es suficiente
con saber que mi padre sonreía
más allá del recuerdo
para poder creer en la regla de bondad
de todas las sonrisas
de todos los perros
de todos los padres de este mundo
De El lado oscuro del mundo, Bajo La Luna, 2015.
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