VALERIA PARISO
(Muñiz, Buenos Aires, Argentina, 1970)
XXXV
Las mujeres de mi familia son macizas.
Ellas
lograron refinanciar las hipotécas,
pelearon contra el cáncer,
se pusieron a sus hijos en los hombros
y salieron sin agua
a sembrar el desierto
de las separaciones y viudeces.
Yo tiemblo. Todo el tiempo.
**
XXXVI
Si solamente fuese
la sed lo que nos dieron,
la extraordinaria sed.
Pero no,
qué hacemos en la vida
quién nos dice qué hacemos con la vida
sabiéndonos en la otra orilla.
De Paula levanta la persiana (Ediciones AqL)
***
Si yo olvido,
si definitivamente
pasa que me olvido,
si te olvidàs,
como si hubiesen muerto entre las manos
el viento, el agua, el cielo, lo que dura,
si juntos olvidamos para siempre
como debieran ser todos los olvidos,
si eso pasa,
si de una vez por todas
eso pasa,
què nos harà temblar.
De Del otro lado de la noche. ed. El mono armado., 2015.
**
No para soñar/sino
para hacer memoria/
para tender al sol
como trapitos/los dìas y las noches/
yo/que no sabìa escribir/
te besaba los dedos.
De Donde termina esta casa. Ediciones de La Eterna, 2015.
(Cortesía Sandra Isabel Ragusa)
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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char
No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char
René Char
No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char
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