lunes, 30 de mayo de 2016

No conocen esta felicidad

Francis Ponge

(Francia, 1899-1988)

Los placeres de la puerta

Los reyes no tocan las puertas.

No conocen esta felicidad: empujar delante de sí con suavidad o rudeza uno de esos grandes paneles familiares, volverse hacia él para dejarlo de nuevo en su lugar, — tener en sus brazos una puerta.

…La felicidad de empujar del vientre, por su nudo de porcelana, uno de esos altos obstáculos de una pieza; ese cuerpo a cuerpo rápido por el cual, un instante detenida la marcha, el ojo se abre y se acomoda el cuerpo todo a su nuevo departamento.[10]

Con una mano amistosa él la retiene todavía, antes de impulsarla con decisión y encerrarse —de lo que el clic seco del resorte poderoso pero bien aceitado agradablemente le da seguridad.

De la antología crítica de la poesía de Francis Ponge, con versiones, prólogo y selección del poeta chileno Waldo Rojas, Gog y magog edit.
Tomado de Opcit.

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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char