sábado, 6 de agosto de 2016

Dos artes

Elizabeth Bishop

(Worcester, Massachussets, EE.UU., 1911–Boston, id.,  1979)

UN ARTE

El arte de perder no es difícil de dominar.
tantas cosas nos muestran su posibilidad de ser perdidas
que perderlas no es un desastre

Pierde algo todos los días. acepta la desesperación
de perder las llaves de las puertas, el tiempo malgastado.
el arte de la pérdida no es difícil de dominar.

Después practica perder más cosas y más rápido:
lugares, nombres y a donde se fue lo que significaba
para ti viajar. nada de esto provocará un desastre.

Yo perdí el cuidado de mi madre. Y, mira,
la última o penúltima de mis tres amadas casas
se fue. El arte de la pérdida no es difícil de dominar.

Perdí dos ciudades encantadoras y aún más inmenso que eso,
algunos reinos que poseía, dos ríos, un continente.
los extraño, pero no fue un desastre.

Aún si te pierdo a ti (tu voz mordaz, un gesto que amo)
no habré mentido. Es evidente que el arte de perder
no es demasiado difícil de alcanzar,
aun cuando pueda parecer (escríbelo) como un desastre.

Traducción de Francia Rosa Calzadilla

**
ONE ART

The art of losing isn’t hard to master;
so many things seem filled with the intent
to be lost that their loss is no disaster.

Lose something every day. Accept the fluster
of lost door keys, the hour badly spent.
The art of losing isn’t hard to master.

Then practice losing farther, losing faster:
places, and names, and where it was you meant
to travel. None of these will bring disaster.

I lost my mother’s watch. And look! my last, or
next-to-last, of three loved houses went.
The art of losing isn’t hard to master.

I lost two cities, lovely ones. And, vaster,
some realms I owned, two rivers, a continent.
I miss them, but it wasn’t a disaster.

Even losing you (the joking voice, a gesture
I love) I shan’t have lied. It’s evident
the art of losing’s not too hard to master
though it may look like (Write it!) like disaster.
***
Mirta Rosenberg
(Rosario, Santa Fe, Argentina, 1951)

The art of losing isn't hard to master;
so many things seem filled with the intent
to be lost that their loss is no disaster.
(Elizabeth Bishop)

EL ARTE

El arte sería tocarte, un invento,
insignificante si el olvido lo demora. Lo siento
porque es ahora estallido de la rosa
presurosa del instante,
extraviada en el jardín

y devuelta por el sinfín
de las horas transcurridas: una... dos... tres...
Si te toco, ¿cómo es? Hay lo mucho de lo poco, digo
el beso, el exceso del miraje y... ¿puede ser, ahora sigo,
el encaje de tu aliento

en el reloj del oleaje? Atravieso
los celajes, el fervor, las profecías (¿el amor?
¿no será la porfía de la "máquina del dolor"?)
y llego acá: "El arte sería tocarte". Silencio. No
confundo confetti con maná

pero igual estoy perdida
entre viejas cartografías de la ruta de la seda
y la pasión como centro. ¡Ah corazón, me decía,
explícate como yo, que estoy adentro de un cuerpo
y sin embargo con vida!

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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char