El silencio no para de sonar
EDUARDO MILEO
(Buenos Aires, Argentina, 1953)
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Edvard Munch, Oslo |
Aullidos
(Edvard Munch, 1863-1944)
Del otro lado de la calle
se escuchan todavía
los gritos.
Una sirena
le pone música
a la distancia.
Casi todos
los días
lo mismo:
el silencio no para
de sonar.
Pero esos gritos
hoy
y la sirena,
el estilete entrando en la garganta.
No es universo
todavía
mi angustia.
Pero siento ya el campo
sembrado.
Inédito
Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char
No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char
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