(Bs.As., Argentina, 1948-2011)
Los amo, amigos, porque hicieron el significado.
J.A.
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Coro
La prolijidad, desdichado lector,
no se corresponde con la índole
de mi carácter. Me maldispone
trabajar de prólogo (amén
de este atavío arlequinesco).
Digo: como pueblo
soy una caricatura del primer mundo.
Debiera componer un mundo, ¿no?
Ahora salgo para advertir una razón:
la melancolía no era el único pasto
de las aves. Comedia o no,
cada quien arrastra el trayecto de su risa.
Lo supo Aristófanes, frente a la amargura
ateniense; y el inefable Fidel Pintos,
cuya fealdad sin palabra
nos consolaba de nosotros mismos.
Está dicho: para un pueblo joven, lo risible
compromete innumerables músculos.
***
Ahora te veo. Estás ahí en el cuarto atareada en tus cosas de amor. Te rodean ángeles y algunos demonios. Conque rías nomás, la historia cambia para siempre. Todavía dura un café conversado a la vuelta de la Plaza las Heras. Estás bellésima con tu cartera vieja y esa pasión que te cocina los ojos. Después y casi de inmediato sos los hijos, cada día, cada hora, la vida entera. Levantás la mano y nos despedimos un instante. A continuación, llego y es una música fina tu habla. De perderse, como señalaba un amigo. El ciclo de las estaciones. El frío y el calor. La montaña y el río. La sostenida ternura.
Entre tus piernas
La rabia de vivir
Vale la pena.
Cortesía de Concepción Bertone
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Y la boca me dijo*
Will yearley celebrate my second birthday
J.D.
No llores, nadie oye. -Del cielo de la isla
no queda casi nada.- La mañana está cerca.
No llores, no te quiebres. -Si cada uno es siervo
de lo quiso ser.- La noche ya termina.
No te arrepientas, digo, -vas a cruzar el río
como se cruza un sueño.- Celebrarás tan pronto…
¿Qué importan que hayan dicho -lo que dicen que dicen?
Lo tuyo fue algo más -que las pobres palabras.
Brillen, brillen sin término -las hachas de la fiesta,
gocen tu vejación- hasta el duro apogeo:
cada fuego de luz -es una luz imbécil,
la terca tiranía- de una mente deforme.
¿Que triscaba la oveja -pasto hasta la raíz?
¿Que mudan de opinión- de parado a sentado?
y bien, qué más te da, -tu ilusión era el alba.
Pronto celebrarás- un nuevo nacimiento.
La música está hecha, -queda escrita en el agua,
en el color del tiempo, -sin pulso de codicia.
Hubo que ver y verse -colgado de los árboles
para cruzar las sombras, -las efímeras sombras.
La noche es esta boca - turbia que te mastica,
aunque haya luna ahora - como para unas bodas.
Vas a cruzar el río - y también la esperanza
en nave de dos filos. - En nave de dos filos
de golpe, con el viento, - vas a cruzar tu rostro:
el deseo de ser - que pide lo imposible.
Llegaste a lo más tenso, - al centro de la herida.
No desesperes, - sólo un reino nos hiere.
Moro móriae, dónde - está tu honor ahora,
vos que sentiste siempre - su gracia sobre el hombro.
Algo abisal te llama. - Hacé crujir el seso
hasta encontrar el chiste - hundido en la mollera.
Si tan cerca, en la furia - del alba (oí, oí
el aire atruena afuera)
absurda majestad, - sonriendo entre caries
vas a tirarte
y rodar de cabeza.
para Enrique Butti
* A Tomás Moro le cortaron la cabeza por haber mantenido su palabra. Tal vez su santidad esté en su humor y en su silencio; alguien que combinó política y escritura, con una mente deslumbradoramente abierta.
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