domingo, 28 de mayo de 2017

He leído el ardiente mandato del evangelio en pulidas filas de acero

Julia Ward Howe 

(Nueva York, EE.UU., 1819-Portsmouth, Rhode Island, id., 1910) 

El himno de batalla de la República

Mis ojos han visto la gloria de la venida del Señor:
Está aplastando la viña donde se guardan las uvas de la ira;
Ha liberado el fatídico rayo de su terrible y rápida espada:
Su verdad está en marcha.
(Coro)
¡Gloria! ¡Gloria! ¡Aleluya!
¡Gloria! ¡Gloria! ¡Aleluya!
¡Gloria! ¡Gloria! ¡Aleluya!
¡Gloria! ¡Gloria! ¡Aleluya!
Su verdad está en marcha.
Lo he visto en las fogatas de cien campamentos que rodean
Le han construido un altar en las humedades y rocíos del atardecer;
Puedo leer su justa sentencia en la tenue luz y en las flameantes lámparas:
Su verdad está en marcha
(Coro)
¡Gloria! ¡Gloria! ¡Aleluya!
¡Gloria! ¡Gloria! ¡Aleluya!
¡Gloria! ¡Gloria! ¡Aleluya!
¡Gloria! ¡Gloria! ¡Aleluya!
Su verdad está en marcha.
He leído el ardiente mandato del evangelio en pulidas filas de acero:
"Así como seas con mis escarnecedores, así será mi gracia contigo;
Deja al héroe nacido de mujer, aplastar la serpiente con su talón.
Ya que Dios esta marchando"
(Coro)
¡Gloria! ¡Gloria! ¡Aleluya!
¡Gloria! ¡Gloria! ¡Aleluya!
¡Gloria! ¡Gloria! ¡Aleluya!
¡Gloria! ¡Gloria! ¡Aleluya!
Su verdad está marchando.
Ha sonado su trompeta y nunca llamará a retirada;
Ha cribado los corazones de los hombres ante su tribunal:
¡Oh, apresúrate, alma mía, para responderle! ¡Alégrense pies míos!
Nuestro Dios está marchando.
(Coro)
¡Gloria! ¡Gloria! ¡Aleluya!
¡Gloria! ¡Gloria! ¡Aleluya!
¡Gloria! ¡Gloria! ¡Aleluya!
¡Gloria! ¡Gloria! ¡Aleluya!
Su verdad está en marcha.
En la belleza de los lirios Cristo nació al otro lado del mar,
Con la gloria en su seno que nos transfigura a tí y a mí:
Así como ha muerto para santificar a los hombres, vivamos para liberarlos.
(originalmente: Muramos para liberarlos)
Mientras Dios está marchando.
(Coro)
¡Gloria! ¡Gloria! ¡Aleluya!
¡Gloria! ¡Gloria! ¡Aleluya!
¡Gloria! ¡Gloria! ¡Aleluya!
¡Gloria! ¡Gloria! ¡Aleluya!
Su verdad está en marcha.
Viene como la gloria de la mañana sobre la ola
Es sabiduría para los fuertes, es honor para el valiente.
Así el mundo será estrado de sus pies, y el alma del equívoco su esclava.
Nuestro Dios está en Marcha.
(Coro)
¡Gloria! ¡Gloria! ¡Aleluya!
¡Gloria! ¡Gloria! ¡Aleluya!
¡Gloria! ¡Gloria! ¡Aleluya!
¡Gloria! ¡Gloria! ¡Aleluya!
Su verdad está en marcha.
*
Mine eyes have seen the glory of the coming of the Lord:
He is trampling out the vintage where the grapes of wrath are stored;
He hath loosed the fateful lightning of His terrible swift sword:
His truth is marching on.
(Chorus)
Glory, glory, hallelujah!
Glory, glory, hallelujah!
Glory, glory, hallelujah!
His truth is marching on.
I have seen Him in the watch-fires of a hundred circling camps,
They have builded Him an altar in the evening dews and damps;
I can read His righteous sentence by the dim and flaring lamps:
His truth is marching on.
(Chorus)
Glory, glory, hallelujah!
Glory, glory, hallelujah!
Glory, glory, hallelujah!
His truth is marching on.
I have read a fiery gospel writ in burnished rows of steel:
"As ye deal with my contemners, so with you my grace shall deal;
Let the Hero, born of woman, crush the serpent with his heel,
his truth is marching on."
(Chorus)
Glory, glory, hallelujah!
Glory, glory, hallelujah!
Glory, glory, hallelujah!
his truth is marching on.
He has sounded forth the trumpet that shall never call retreat;
He is sifting out the hearts of men before His judgment-seat:
Oh, be swift, my soul, to answer Him! be jubilant, my feet!
Our God is marching on.
(Chorus)
Glory, glory, hallelujah!
Glory, glory, hallelujah!
Glory, glory, hallelujah!
Our God is marching on.
In the beauty of the lilies Christ was born across the sea,
With a glory in His bosom that transfigures you and me:
As He died to make men holy, let us die to make men free,
While God is marching on.
(Chorus)
Glory, glory, hallelujah!
Glory, glory, hallelujah!
Glory, glory, hallelujah!
Our God is marching on.
He is coming like the glory of the morning on the wave,
He is Wisdom to the mighty, He is Succour to the brave,
So the world shall be His footstool, and the soul of Time His slave,
Our God is marching on.
(Chorus)
Glory, glory, hallelujah!
Glory, glory, hallelujah!
Glory, glory, hallelujah!
Our God is marching on.

Versión sin datos.
**
Proclama del Día de las Madres

“¡Levántense, mujeres de hoy!”

“¡Levántense todas las que tienen corazones,
sin importar que su bautismo haya sido de agua o lágrimas!”

“Digan con firmeza”:

“No permitiremos que los asuntos
sean decididos por agencias irrelevantes.
Nuestros maridos no regresarán a nosotras
en busca de caricias y aplausos, apestando a matanzas.
No se llevarán a nuestros hijos para que desaprendan
todo lo que hemos podido enseñarles acerca de la caridad,
la compasión y la paciencia”.

“Nosotras, mujeres de un país,
tendremos demasiada compasión hacia aquellas de otro país,
como para permitir que nuestros hijos sean entrenados para herir a los suyos.

Desde el seno de una tierra devastada,
una voz se alza con la nuestra y dice
¡Desarma! ¡Desarma!”

“La espada del asesinato no es la balanza de la justicia.
La sangre no limpia el deshonor,
ni la violencia es señal de posesión”.

“En nombre de la maternidad y la humanidad,
les pido solemnemente que sea designado
un congreso general de mujeres, sin importar nacionalidad,
y que se lleve a cabo en algún lugar que resulte conveniente,
a la brevedad posible, para promover la alianza
de diferentes nacionalidades,
el arreglo amistoso de cuestiones internacionales”

Los grandes intereses generales y de la paz.

Versión sin datos.

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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char