Pero déjenme pensar
Alejandra Bosch
(Ciudad de Santa Fe, Argentina, 1967. Vivió en Brasil durante 10 años hasta el 2000)
Las únicas bendecidas son las plantas.
Y no hablo, de esas ceremonias huecas
inventadas
digo agua y luego savia.
Y sol secando el charco
sacudiendo alas y abriendo
pimpollos
haciendo más verde
todos los verdes.
Que las ciudades se inundan
lo sabemos
y que navega la basura
y que hay niños en peligro.
Pero déjenme pensar
en esta lluvia
como el gran regalo
del cielo.
Para Valeria Cervero
Tomado de su Facebook.
Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char
No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char
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