Guillaume Apollinaire
(Roma, Italia, 1880-París, Francia, 1918)
Dos versiones
Zona
Al fin y al cabo ya estás harto de este mundo antiguo
Ah torre Eiffel pastora esta mañana bala tu rebaño de puentes
Estás cansado de vivir todavía en la época de griegos y romanos
Hasta los autos más modernos te parecen antiguos
Sólo la religión se ha mantenido nueva sólo la religión
Se ha mantenido simple como el diseño de los aeropuertos
Sólo tú oh Cristianismo en toda Europa no eres viejo
Y el europeo más moderno de todos es usted Pío X
Y a vos a quien escrutan las ventanas la vergüenza te impide
Entrar esta mañana en una iglesia y confesarte
Leés los prospectos los afiches los carteles que cantan en voz alta
Es eso la poesía esta mañana y para la prosa están los diarios
Están esos fascículos con aventuras policiales por monedas
Miles de titulares diferentes y retratos de hombres importantes
Vi una calle muy linda esta mañana cuyo nombre olvidé
Nueva impecable era el clarín del sol
Los jefes los obreros las hermosas secretarias
Pasan por esa calle cuatro veces por día desde el lunes al sábado a la tarde
Cada mañana gime tres veces la sirena
Al mediodía ladra rabiosa una campana
Las inscripciones en carteles y paredes los avisos
Chillan como si fueran papagayos
Y me encanta la gracia de esta calle industrial
Queda en París entre la calle Aumont-Thiéville y la Avenida des Ternes
Ahí la calle joven y no sos más que un chico
A quien su madre viste sólo de azul y blanco
Sos muy piadoso y con el más antiguo de tus amigos René Dalize
Nada les gusta tanto como la majestad de las iglesias
Ya son las nueve los faroles de gas languidecen
Y ustedes salen a escondidas de su cuarto
Van a rezar toda la noche a la capilla del colegio
Mientras que eterna y adorable honda amatista
Gira en redondo la inflamada gloria de Cristo
Es el hermoso lirio que todos cultivamos
La antorcha pelirroja que no apagan las ráfagas de viento
El hijo pálido y bermejo de la doliente madre
El árbol siempre verde de todas las plegarias
Es la horca doble del honor y de la eternidad
La estrella de seis puntas
Es Dios que muere el viernes y que el domingo resucita
Es el Cristo que sube a los cielos mejor que cualquier aviador
Tiene el record mundial en ascensión
Cristo pupila de los ojos
Vigésima pupila de los siglos sabe muy bien cómo arreglárselas
Y transformado en pájaro este siglo como Cristo se remonta por el aire
Los diablos en su abismo levantan la cabeza para verlo
Dicen que imita a Simón Mago de Judea
Gritan que ya que tanto se afana por volar le digan el ladrón
Los ángeles revolotean en derredor del bello acróbata
Ícaro Enoch Elías Apolonio de Tiana
Flotan alrededor del primer aeroplano
Se hacen a un lado a veces para dejar pasar a los que llevan la Santa Eucaristía
Los sacerdotes elevándose siempre alzan la hostia
El avión aterriza finalmente sin cerrar sus alas
Se llena el cielo entonces de millones de veloces golondrinas
A todo vuelo llegan los cuervos los halcones las lechuzas
Llegan desde África los ibis los marabúes los flamencos
La famosa ave Roc de cuentos y poemas
Planea con el cráneo de Adán entre sus garras la primera cabeza
El águila a lo lejos chilla lanzándose en picada
Llegan de América los delicados colibríes
Llegan los pihis de China esbeltos y flexibles
No tienen más que un ala cada uno y vuelan en parejas
Y después llega la paloma espíritu sin mácula
Escoltada por los pájaros arpa y los pavos reales de colas con ocelos
El ave Fénix esa hoguera que se engendra a sí misma
Por un segundo vela todo con su ardiente ceniza
Abandonaron las sirenas sus fiordos peligrosos
Y ahora llegan cantando dulcemente las tres
Todos las águilas los pihis de China el ave Fénix
Fraternizan con la máquina voladora
Ahora caminás por París entre la muchedumbre solo
Las mugientes manadas de colectivos pasan cerca
La angustia del amor te aprieta la garganta
Como si nunca más fueras a ser amado
De vivir en los tiempos antiguos entrarías a un monasterio
Tenés vergüenza cuando te sorprendés diciendo una oración
Te burlás de vos mismo y como fuego del Infierno chisporrotea tu risa
Los resplandores de tu risa doran el fondo de tu vida
Es un cuadro que cuelga en un museo oscuro
Y vas de vez en cuando a mirarlo de cerca
Caminás por París y las mujeres están ensangrentadas
Se trataba y quisiera no acordarme del fin de la belleza
La Virgen rodeada de llamas me miró en Chartes
Vuestro Sagrado Corazón me cubrió con su sangre en Montmarte
Estoy enfermo de escuchar palabras bienintencionadas y felices
Es una enfermedad oprobiosa este amor que me hace sufrir
La imagen que te tiene poseído te hace sobrevivir al insomnio y la angustia
Esa imagen que viene y que se va siempre está cerca
Ahora estás a la orilla del Mar Mediterráneo
Bajo los limoneros que florecen todo el año
Vas a dar unas vueltas en bote con amigos
Uno es de Niza hay otro de Mentón y dos son turbisinos
Miramos con pavor los pulpos de las profundidades
Y entre las algas nadan los peces símbolos del Salvador
Estás en el jardín de una hostería en las afueras de Praga
Y estás feliz hay una rosa encima de la mesa
Y en lugar de escribir tu cuento en prosa estás mirando
Cómo el escarabajo duerme en el centro de la rosa
Con espanto te ves dibujado en las ágatas de Saint-Vit
Estabas triste hasta la muerte el día que te viste ahí
Parecías un Lázaro a quien cegara el día
En el reloj del barrio judío las agujas se mueven al revés
Y vos también retrocedés de a poco por tu vida
Mientras subís hacia el Hradchin y la noche escuchando
Cantar en las tabernas canciones regionales
Acá estás en Marsella entre sandías
Acá estás en Coblenza en el Hotel del Gigante
Acá en Roma debajo de un níspero japonés
En Amstrerdam con una chica que te parece linda y es fea
Ella se tiene que casar con un joven de Leiden
Alquilan cuartos en latín cubicula locanda
Me acuerdo bien pasé tres días ahí y tres en Gouda
Estás en un juzgado parisino
Te arrestan como si fueras un delincuente
Hiciste viajes en los que sufriste o estuviste alegre
Antes de descubrir la edad y la mentira
Sufriste por amor a los veinte y los treinta
Viví como un idiota malgasté el tiempo
No te animás a mirarte las manos y quisiera llorar
Por vos por la que amo y todo eso que te alejó espantada
Con ojos lacrimosos ves a los pobres inmigrantes
Creen en Dios rezan las mujeres dan el pecho a sus hijos
Su olor se esparce por el hall de la estación Saint-Lazare
Confían en su estrella como los reyes magos
Espera ganar plata en el Río de la Plata
Para volver a sus países tras de haber hecho fortuna
Una familia lleva un edredón de color rojo igual que vos tu corazón
Ese edredón y nuestros sueños son también irreales
Algunos inmigrantes se quedan y se alojan
En cutrichiles de la calle Rosier o de la calle Ecouffes
Los veo muchas veces cuando de noche salen a tomar aire por las calles
Se mueven de manera extraña como fichas de ajedrez
Sobre todo hay judíos sus mujeres llevan peluca
Se sientan agotadas en las puertas de atrás de los negocios
Ahora estás en un bar de mala fama acodado en la barra
Tomándote un café barato entre los desgraciados
Vas por la noche a un excelente restaurante
Estas mujeres no son malas pero tienen problemas
Todas hasta la más horrible han hecho sufrir a sus amantes
Ella es la hija de un policía de Jersey
Sus manos que yo nunca había visto son duras y agrietadas
Las cicatrices de su vientre me conmueven
Humillo ahora a una pobre jovencita al reír horriblemente mi boca
Estás solo y está por empezar el día
Empieza a oírse el tintinear de los lecheros por las calles
Se va la noche como una hermosa Mestiza
Es Ferdina la hipócrtita o Lea la cordial
Y tomás este alcohol que quema como tu vida
Tu vida que tomás como si fuera aguardiente
Caminás hacia Ateuil querés llegar a casa caminando
Y ponerte a dormir entre tus ídolos de Guinea y Oceanía
Son Cristos de otra forma otra creencia
Son Cristos inferiores de oscuras esperanzas
Adiós adiós
Sol cuello cortado
Versión de Alejandro Crotto
***
Suburbio
Al final te has cansado de este viejo mundo
Ah Torre Eifíel pastora esta mañana bala tu rebaño de puentes
Hastiada de vivir en la antigüedad grecorromana
Aquí incluso los coches parecen viejos
Sólo la religión sigue siendo nueva la religión
Sigue siendo sencilla como los hangares de Port-Aviation
El único en Europa que no eres antiguo eres tú Cristianismo
El Europeo más moderno es usted Pío X
Y a ti al que observan las ventanas la vergüenza te impide
Entrar en una iglesia y confesarte esta mañana
Lees folletos catálogos carteles que cantan bien alto
Poesía para esta mañana y para la prosa están los periódicos
Las entregas a 25 céntimos llenas de aventuras policíacas
Vidas de grandes hombres y rnil títulos diferentes
He visto esta mañana una bonita calle cuyo nombre olvidé
Nueva y limpia era el clarín del sol
Los directores los obreros y las hermosas mecanógrafas
De la mañana del lunes al sábado noche pasan por ella cuatro veces al día
Allí por la mañana gime tres veces la sirena
Las doce una campana ladra con rabia
Las leyendas de los letreros y los muros
Los carteles los rótulos vocean como loros
Me gusta el encanto de esta calle industrial
Situada en París entre la calle Aumont-Thiéville y la avenida de Ternes
Miras la nueva calle y no eres más que un niño
Vestido por tu madre sólo de azul y blanco
Eres muy religioso y con tu amigo más viejo René Dalize
Nada os agrada tanto como la pompa de la Iglesia
Son las nueve la luz de gas ya azul a escondidas salís del dormitorio
Rezáis toda la noche en la capilla del colegio
Mientras eterna y adorable profundidad amatista
Gira por siempre la llameante gloria de Cristo
Es la hermosa azucena que todos cultivarnos
Es la antorcha de rojos cabellos que el viento no apaga
Es el pálido hijo bermejo de la madre doliente
Es el árbol por siempre frondoso de todas las plegarias
Es el doble sustento del honor y de la eternidad
Es una estrella de seis puntas
Es Dios que muere el viernes y resucita los domingos
Es Cristo que sube a los cielos mejor que los aviadores
Tiene el récord mundial de altura
Pupila Cristo del ojo
Vigésima pupila de los siglos sabe cómo arreglárselas
Y convertido en pájaro este siglo sube por el aire como Jesús
Los demonios en los abismos levantan la vista para mirarlo
Dicen que imita en Judea a Simón el mago
Gritan que si sabe saltar le llamen salteador
Los ángeles revolotean en torno al bello volatinero
Icaro Enoch Elias Apolonio de Tiana
Flotan alrededor del primer aeroplano
A veces se apartan y dejan pasar a los que llevan la santa Eucaristía
Esos curas que suben eternamente elevando la hostia
El avión se posa por fin sin abatir las alas
Luego el cielo se llena de millones de golondrinas
Llegan a todo vuelo cuervos halcones búhos
De África llegan ibis flamencos marabúes
El pájaro Roe celebrado por narradores y poetas
Planea llevando en sus garras el cráneo de Adán primera cabeza
Surge del horizonte el águila lanzando un grito
Y de América llega el diminuto colibrí
Han llegado de China los pihís largos y ligeros
Sólo tienen un ala y vuelan en parejas
Luego aparece la paloma inmaculado espíritu
Escoltada por el pájaro-lira y el pavo ocelado
El fénix esa hoguera que se engendra a sí misma
Por un momento todo lo oscurece con su ardiente ceniza
Dejando peligrosos estrechos tres sirenas
Llegan cantando dulcemente
Y todos fénix águila y pihís de la China
Confraternizan con la volante máquina
Ahora caminas solo por París entre la muchedumbre
Rebaños de autobuses que mugen circulan a tu lado
La angustia del amor te aprieta la garganta
Como si nunca más fueras a ser amado
Si vivieras en otro tiempo te irías a un monasterio
Uno siente vergüenza al descubrirse diciendo una oración
Te burlas de ti mismo y como el fuego del Infierno tu risa chisporrotea
Las chispas de tu risa doran el fondo de tu vida
Es un cuadro colgado en un museo oscuro
Y algunas veces vas a mirarlo de cerca
Hoy andas por París las mujeres están ensangrentadas
Era y querría no acordarme era en el declinar de la belleza
Rodeada de llamas fervientes me miró Nuestra Señora en Chartres
La sangre de vuestro Sagrado Corazón me ha inundado en Montmartre
Me enferma oír palabras bienaventuradas
Este amor que yo sufro es una vergonzosa enfermedad
Y la imagen que te posee te hace sobrevivir al insomnio y la angustia
Está siempre a tu lado esta imagen que pasa
Ahora estás a la orilla del mar Mediterráneo
Bajo los limoneros en flor durante todo el año
Das un paseo en barca con algunos amigos
Uno es de Niza hay uno de Mentón y dos de la Turbie
Miramos con espanto los pulpos de las profundidades
Y entre las algas nadan peces imágenes del Salvador
Estás en el jardín de un hotel cerca de Praga
Sobre la mesa hay una rosa te sientes muy feliz
Y en lugar de escribir tu cuento en prosa observas
La cetonia que duerme en medio de la rosa
Con espanto te ves dibujado en las ágatas de Saint-Vit
Muy triste estabas ese día viéndote allí
Te pareces a Lázaro enloquecido por la luz
Marchan hacia atrás las agujas del reloj del barrio judío
Y lentamente retrocedes por tu vida también
Al subir al Hradchin y escuchar por las noches
Cantar canciones checas en las tascas
Ahora estás en Marsella entre sandías
Ahora estás en Coblenza en el hotel Géant
Ahora estás en Roma sentado bajo un níspero del Japón
Estás en Amsterdam con una joven que crees hermosa y que es fea
Debe casarse con un estudiante de Leiden
Se alquilan habitaciones en latín Cubicula locanda
Recuerdo haber pasado allí tres días y otros tantos en Gouda
Estás en París ante el juez de instrucción
Te arrestan como a un criminal
Has hecho viajes dolorosos y felices
Antes de darte cuenta de la mentira y de la edad
Por amor has sufrido a los veinte años y a los treinta
Como un loco he vivido y he perdido el tiempo
Ya no te atreves a mirarte las manos yo querría llorar todo el tiempo
Por ti por la que amo por cuanto te ha asustado
Miras con ojos llenos de lágrimas a estos pobres emigrantes
Creen en Dios rezan las mujeres amamantan a los niños
Impregnan con su olor la estación Saint-Lazare
Confian en su estrella como los reyes magos
Esperan conseguir dinero en Argentina
Y volver a su tierra después de hacer fortuna
Una familia transporta una manta roja como cualquiera transporta su corazón
Aquella manta y nuestros sueños son igual de irreales
Algunos de esos emigrantes se quedan y se alojan
En la calle Des Rosiers o en Des Écouffes en tugurios
Los he visto a menudo mientras toman el aire por la noche en la calle
Apenas si se mueven como las piezas de ajedrez
Casi todos judíos sus mujeres llevan peluca
Sentadas en las tiendas permanecen exánimes
Estás de pie en la barra en un bar indecente
Te tomas un café barato con los pobres
Por la noche te encuentras en un gran restaurante
Estas mujeres no son malas pero tienen problemas
Todas incluso la más fea han hecho sufrir a sus amantes
Esa es hija de un guardia municipal de Jersey
No había visto sus manos que están endurecidas y agrietadas
Siento una inmensa lástima por las señales de su vientre
Ante la horrible risa de una pobre muchacha humillo ahora mi boca
Estás solo va a amanecer
Los lecheros hacen sonar en las calles sus cántaros
Igual que una hermosa Mestiza la noche se aleja
Es Ferdine la falsa o Lea la atenta
Y bebes este alcohol ardiente como la vida
Esa vida que bebes igual que un aguardiente
Caminas hacia Auteuil quieres volver a pie a tu casa
Dormir con tus fetiches de Guinea y Oceanía
Ellos son Cristos de otra forma y de otra creencia
Los Cristos inferiores de las oscuras esperanzas
Adiós Adiós
Sol cuello cortado
Versión de Fátima Sáinz
**
À la fin tu es las de ce monde ancien
Bergère ô tour Eiffel le troupeau des ponts bêle ce matin
Tu en as assez de vivre dans l’antiquité grecque et romaine
Ici même les automobiles ont l’air d’être anciennes
La religion seule est restée toute neuve la religion
Est restée simple comme les hangars de Port-Aviation
Seul en Europe tu n’es pas antique ô Christianisme
L’Européen le plus moderne c’est vous Pape Pie X
Et toi que les fenêtres observent la honte te retient
D’entrer dans une église et de t’y confesser ce matin
Tu lis les prospectus les catalogues les affiches qui chantent tout haut
Voilà la poésie ce matin et pour la prose il y a les journaux
Il y a les livraisons à 25 centimes pleines d’aventures policières
Portraits des grands hommes et mille titres divers
J’ai vu ce matin une jolie rue dont j’ai oublié le nom
Neuve et propre du soleil elle était le clairon
Les directeurs les ouvriers et les belles sténodactylographes
Du lundi matin au samedi soir quatre fois par jour y passent
Le matin par trois fois la sirène y gémit
Une cloche rageuse y aboie vers midi
Les inscriptions des enseignes et des murailles
Les plaques les avis à la façon des perroquets criaillent
J’aime la grâce de cette rue industrielle
Située à Paris entre la rue Aumont-Thiéville et l’avenue des Ternes
Voilà la jeune rue et tu n’es encore qu’un petit enfant
Ta mère ne t’habille que de bleu et de blanc
Tu es très pieux et avec le plus ancien de tes camarades René Dalize
Vous n’aimez rien tant que les pompes de l’Église
Il est neuf heures le gaz est baissé tout bleu vous sortez du dortoir en cachette
Vous priez toute la nuit dans la chapelle du collège
Tandis qu’éternelle et adorable profondeur améthyste
Tourne à jamais la flamboyante gloire du Christ
C’est le beau lys que tous nous cultivons
C’est la torche aux cheveux roux que n’éteint pas le vent
C’est le fils pâle et vermeil de la douloureuse mère
C’est l’arbre toujours touffu de toutes les prières
C’est la double potence de l’honneur et de l’éternité
C’est l’étoile à six branches
C’est Dieu qui meurt le vendredi et ressuscite le dimanche
C’est le Christ qui monte au ciel mieux que les aviateurs
Il détient le record du monde pour la hauteur
Pupille Christ de l’œil
Vingtième pupille des siècles il sait y faire
Et changé en oiseau ce siècle comme Jésus monte dans l’air
Les diables dans les abîmes lèvent la tête pour le regarder
Ils disent qu’il imite Simon Mage en Judée
Ils crient s’il sait voler qu’on l’appelle voleur
Les anges voltigent autour du joli voltigeur
Icare Énoch Élie Apollonius de Thyane
Flottent autour du premier aéroplane
Ils s’écartent parfois pour laisser passer ceux que transporte la Sainte-Eucharistie
Ces prêtres qui montent éternellement élevant l’hostie
L’avion se pose enfin sans refermer les ailes
Le ciel s’emplit alors de millions d’hirondelles
À tire d’aile viennent les corbeaux les faucons les hiboux
D’Afrique arrivent les ibis les flamants les marabouts
L’oiseau Roc célébré par les conteurs et les poètes
Plane tenant dans les serres le crâne d’Adam la première tête
L’aigle fond de l’horizon en poussant un grand cri
Et d’Amérique vient le petit colibri
De Chine sont venus les pihis longs et souples
Qui n’ont qu’une seule aile et qui volent par couples
Puis voici la colombe esprit immaculé
Qu’escortent l’oiseau-lyre et le paon ocellé
Le phénix ce bûcher qui soi-même s’engendre
Un instant voile tout de son ardente cendre
Les sirènes laissant les périlleux détroits
Arrivent en chantant bellement toutes trois
Et tous aigle phénix et pihis de la Chine
Fraternisent avec la volante machine
Maintenant tu marches dans Paris tout seul parmi la foule
Des troupeaux d’autobus mugissants près de toi roulent
L’angoisse de l’amour te serre le gosier
Comme si tu ne devais jamais plus être aimé
Si tu vivais dans l’ancien temps tu entrerais dans un monastère
Vous avez honte quand vous vous surprenez à dire une prière
Tu te moques de toi et comme le feu de l’Enfer ton rire pétille
Les étincelles de ton rire dorent le fond de ta vie
C’est un tableau pendu dans un sombre musée
Et quelquefois tu vas le regarder de près
Aujourd’hui tu marches dans Paris les femmes sont ensanglantées
C’était et je voudrais ne pas m’en souvenir c’était au déclin de la beauté
Entourée de flammes ferventes Notre-Dame m’a regardé à Chartres
Le sang de votre Sacré-Cœur m’a inondé à Montmartre
Je suis malade d’ouïr les paroles bienheureuses
L’amour dont je souffre est une maladie honteuse
Et l’image qui te possède te fait survivre dans l’insomnie et dans l’angoisse
C’est toujours près de toi cette image qui passe
Maintenant tu es au bord de la Méditerranée
Sous les citronniers qui sont en fleur toute l’année
Avec tes amis tu te promènes en barque
L’un est Nissard il y a un Mentonasque et deux Turbiasques
Nous regardons avec effroi les poulpes des profondeurs
Et parmi les algues nagent les poissons images du Sauveur
Tu es dans le jardin d’une auberge aux environs de Prague
Tu te sens tout heureux une rose est sur la table
Et tu observes au lieu d’écrire ton conte en prose
La cétoine qui dort dans le cœur de la rose
Épouvanté tu te vois dessiné dans les agates de Saint-Vit
Tu étais triste à mourir le jour où tu t’y vis
Tu ressembles au Lazare affolé par le jour
Les aiguilles de l’horloge du quartier juif vont à rebours
Et tu recules aussi dans ta vie lentement
En montant au Hradchin et le soir en écoutant
Dans les tavernes chanter des chansons tchèques
Te voici à Marseille au milieu des pastèques
Te voici à Coblence à l’hôtel du Géant
Te voici à Rome assis sous un néflier du Japon
Te voici à Amsterdam avec une jeune fille que tu trouves belle et qui est laide
Elle doit se marier avec un étudiant de Leyde
On y loue des chambres en latin Cubicula locanda
Je m’en souviens j’y ai passé trois jours et autant à Gouda
Tu es à Paris chez le juge d’instruction
Comme un criminel on te met en état d’arrestation
Tu as fait de douloureux et de joyeux voyages
Avant de t’apercevoir du mensonge et de l’âge
Tu as souffert de l’amour à vingt et à trente ans
J’ai vécu comme un fou et j’ai perdu mon temps
Tu n’oses plus regarder tes mains et à tous moments je voudrais sangloter
Sur toi sur celle que j’aime sur tout ce qui t’a épouvanté
Tu regardes les yeux pleins de larmes ces pauvres émigrants
Ils croient en Dieu ils prient les femmes allaitent des enfants
Ils emplissent de leur odeur le hall de la gare Saint-Lazare
Ils ont foi dans leur étoile comme les rois-mages
Ils espèrent gagner de l’argent dans l’Argentine
Et revenir dans leur pays après avoir fait fortune
Une famille transporte un édredon rouge comme vous transportez votre cœur
Cet édredon et nos rêves sont aussi irréels
Quelques-uns de ces émigrants restent ici et se logent
Rue des Rosiers ou rue des Écouffes dans des bouges
Je les ai vus souvent le soir ils prennent l’air dans la rue
Et se déplacent rarement comme les pièces aux échecs
Il y a surtout des Juifs leurs femmes portent perruque
Elles restent assises exsangues au fond des boutiques
Tu es debout devant le zinc d’un bar crapuleux
Tu prends un café à deux sous parmi les malheureux
Tu es la nuit dans un grand restaurant
Ces femmes ne sont pas méchantes elles ont des soucis cependant
Toutes même la plus laide a fait souffrir son amant
Elle est la fille d’un sergent de ville de Jersey
Ses mains que je n’avais pas vues sont dures et gercées
J’ai une pitié immense pour les coutures de son ventre
J’humilie maintenant à une pauvre fille au rire horrible ma bouche
Tu es seul le matin va venir
Les laitiers font tinter leurs bidons dans les rues
La nuit s’éloigne ainsi qu’une belle Métive
C’est Ferdine la fausse ou Léa l’attentive
Et tu bois cet alcool brûlant comme ta vie
Ta vie que tu bois comme une eau-de-vie
Tu marches vers Auteuil tu veux aller chez toi à pied
Dormir parmi tes fétiches d’Océanie et de Guinée
Ils sont des Christ d’une autre forme et d’une autre croyance
Ce sont les Christ inférieurs des obscures espérances
Adieu Adieu
Soleil cou coupé
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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char
No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char
René Char
No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char
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