viernes, 1 de junio de 2018

Una canción con muchos agujeros oscuros

Yannis Ritsos

(Monemvasia, Grecia, 1909-Atenas, id., 1990)

El día de un enfermo

Todo el día, un olor a tablas podridas, húmedas
-se secan y humean al sol. Los pájaros
miran un momento por los tejados y se van.
Por la noche, en la vecina taberna, se reúnen los sepultureros,
comen pescado frito, beben, cantan
una canción con muchos agujeros oscuros.-
Desde allí adentro, comienza a soplar un viento suave
y tiemblan las hojas, las luces y el papel de los anaqueles.
 ***
Gesticulación ambigua

Es así, lo quiere exactamente así, y lo confiesa. Este blanco,
color, y a un tiempo luz, cuerpo incorpóreo,
superblanco, sí, en cada noche, nutritivo en cada carencia,
asequible e intransferible. También esto lo confiesa. 
Y claro, hizo
un  movimiento de prestidigitador vulgar, volcando
el recipiente sobre la mesa. Temimos por un momento
que se fuese a derramar la leche. Pero no; sobre la mesa
el blanco quedó solidificado, conservando perfectamente
la forma interior del recipiente, como el ídolo primitivo
de un dios conocido nuestro. Sólo alguien dijo: "Ahora
no podemos beber la leche". Él sonrió
como si ya estuviese harto. Pero ¿harto de verdad?


Traducción de Juan Ruiz de Torres

No hay comentarios:

Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char