MIRTA ROSENBERG
(Rosario, Santa Fe, Argentina, 1951)
Dichosa aquella, Witold Gombrowicz,
que en el mes diez
cumple sesenta
el día siete
y se alegra de haber llegado
y de poder hacer la cuenta.
Es el Día del Perdón,
buena ocasión
para que toda mi familia judía
me ofrezca absolución
porque jamás les hice nada
ni pedí. Aquí
sentada con mi propio Libro de Números,
largo y asimétrico como el húmero,
ni levita ni coanita,
advierto que soy todo un pueblo
si tengo en cuenta el dolor, mis lecturas aplicadas
y yo. El resultado de censar mi vida
trae esta frase pulida,
y Gombrowicz tiene razón:
“No hay horror que no consiga amor”.
No, no hay, y ¡ay!
tampoco hay nada mejor.
Sentarse y aun a oscuras
proseguir con la lectura.
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De
El paisaje interior, bajo la luna editorial, 2012
En librerías desde el 26/11
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