martes, 16 de julio de 2013

Y no era una película

VERÓNICA LAURINO
Tomada de nuestrotaller.zoomblog.com

(Rosario, Santa Fe, Argentina, 1967)

La belleza estaba
en la venitas de agua
de la ventanilla del bus.
***

La gruta de la virgen
La granjita
El dispensario
El cartel indicando
“Área protegida”
eso era todo.
***
Vento

Vento, decía el niño pequeño
el vento
sonaba mejor,
sonaba y sonaba.

En esa esquina
yacía su casa,
dije yacía.
Estaba rodeada de 27 paraísos
27 añosos y podridos paraísos.
Cerca del río
en medio del campo
el vento no cesa.

Sólo le falta el mar.

El vento enloquece
al más.
***

La luna,
uña recién cortada,
arrojada al orden espacial y
una bandada de patos en
aerodinámica formación en V.
***
 La nubes pasaban tan velozmente
y no era una película.

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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char