viernes, 25 de octubre de 2013

No sabes lo que es verdad, lo que no lo es

TRISTÁN TZARA

(Rumania,1896-Francia, 1963)

AMIGA           

Amiga Mamie, no comprenderás pero escucha
el dolor no me lo puedo llorar en un pañuelo
Las palabras son graves como una procesión de reyes
para tu alma con lagos secos y tristes.

Te he llamado con mucho amor
tus senos son flores sin tiestos
y punzan frambuesas con sabor de leche
la almohada nube traspasada por la noche

En tu cabello hay cáscaras de naranja,
en el deseo manada de caballos
En tus ojos hay sol, en los labios ganas de comer
La carne huele a hierba después de llover
durazno maduro, miel de mayo y frescura

Te compraré sin falta pendientes
de los joyeros judíos
Te daré semillas de flores raras
para enriquecer tus gatos literarios

¿Quieres? Acaríciame, arrúllame
se me ha muerto la novia
Pregúntame quién era
y dime cuándo te vas

Mamie, no comprenderás
pero es cosa bella estar en un poema
Has entrado como un insecto florido en
mi cuerpo con moho y aperos de fragua.
***
DUDAS

He sacado el antiguo sueño de la caja
como sacas tú el sombrero
cuando te pones el traje de muchos botones
cuando agarras el conejo por las orejas
cuando regresas de cacería
como eliges la flor de la maleza
y al amigo entre los cortesanos.

Mira lo que me pasó
cuando llegó la noche lentamente como una cucaracha
buena para muchos como remedio,
cuando enciendo
en el alma el fuego de los versos
me acosté. El sueño es el jardín
preparado para las dudas
no sabes lo que es verdad, lo que no lo es
te parece que es un ladrón y lo fusilas
y después te comunican que ha sido un soldado
así ocurrió conmigo exactamente
por eso te llamé para decirme -sin error
lo que es verdad- lo que no lo es.-


Versión de Fernando Millán

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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char