lunes, 25 de agosto de 2014

El ligustro sin podar resplandece





EAMON GRENNAN 
(Dublín, Irlanda, 1941)

Mujeres en invierno
1.

Ella te encuentra en fuga, /
en intervalos a la madrugada /
de luz y sombra. /

Vainas que se empluman de su aliento / brotan en el aire férreo.  Sus
pechos / crean dos pequeñas marcas en el algodón.
Su corazón, ves, marca el tiempo /
entre ambos, tartamudea una /
lengua.  Granitos de sudor iluminados /

puntean su frente y sus mejillas sonrojadas, / quemando el puente
detrás de ti. Frío / y por tu propio camino, flagrante /

camarada, pruebas esa sal mortal.
*
1.

She meets you on the run /
through early morning intervals /
of light and shade. /

Feathering pods of her breath /
burst on the iron air. Her breasts /
make two small dents against cotton. /

Her heart, you see, beats time /
between you, a stuttering /
tongue. Lit pimples of sweat /

stipple her forehead and flushed cheeks, / burning the bridge behind you. Cold / and going your own way, flagrant /

comrade, you taste that mortal salt.

De "Women in Winter / Mujeres en invierno" por Eamon Grennan. Incluido en La luz que hay (What Light There Is), 1987.
Versión de Iván Ivanissevich 
**
Los pintores de cavernas

Sosteniendo sólo un manojo de luz
ellos se apretujaban en la oscuridad, en cuclillas
hasta que la gran cámara de piedra
florecía a su alrededor y se paraban
en un enorme vientre de
luz parpadeante y penumbra, un lugar
para comenzar. Manos alzadas proyectaban sombras
sobre las formas más elegantes del resplandor.

Dejaron atrás el mundo de clima y pánico
y siguieron, dibujando la oscuridad
en su estela, pulsando como una sola vibración
hacia el centro de la piedra. Los pigmentos mezclados en grandes caparazones
minerales molidos, pétalos y pólenes, bayas
y los jugos astringentes que destilaban
de las cortezas elegidas. Las bestias

comenzaban a formarse desde manos y matas de hojas
(empapados en ocre, manganeso, garanza, blanco malva)
trazando sobre la roca agreste, permitiendo a cuestas y contornos
moldear aquellas formas por azar, convenciendo
a inclinaciones rigurosas, pliegues y bultos
prestarse para ser cuellos, vientres, ancas hinchadas
una frente o un giro de cuerno, colas y melenas
encrespándose en un loco galope.

Propósito y humanidad, ellos atan
al mineral, vegetal, animal
reino de sí mismos, inscribiendo
la única línea continua
todo depende de, desde
ese centro impenetrable
hacia los espacios intangibles de luz y aire, hasta
la velocidad del caballo, el miedo del bisonte, el arco
de ternura que esta vaca panzona
curva sobre su ternero-eje, o el ritual
de muerte con lanzas
que se eriza en la ijada golpeada
del ciervo. En esta línea ellos dejan
una figura humana hecha con palos, cabeza de pico
y una pequeña mano calcárea.

Nunca sabremos si trabajaron en silencio
como gente rezando- la forma en que nuestros monjes
Iluminaron sus propias eras oscuras
en sombreados claustros de roca,
donde ideaban un conectado
laberinto de encendidas afinidades
para discernir en el encaje y fábula de la naturaleza
su consciente, deslumbrante sexto sentido
de un dios de las sombras- o si (como pájaros
trazando su gran linaje alrededor del globo)
sostuvieron un constante chisme
de alabanza, estímulo, reclamo.

No importa: sabemos
ellos fueron con canales de luz
hacia la oscuridad; acordaron
con el mundo dado; debieran haber tenido
-cuando sus manos se movían incesantemente
a la luz de la telaraña- un deseo que
reconoceríamos: ellos -antes de seguir
más allá de la zona limítrofe, ese ningún lugar
que está ahora aquí- dejarían detrás algo
erguido y brillante, en la oscuridad.

The Cave Painters from Out of Sight: New & Selected Poems. 2010 by Eamon Grennan
Versión: Marina Kohon
**
Abandonando el Jardín

Tiempo de recordar otra vez
la última mirada que mi padre le dio al jardín,
de pie junto a la puerta para retenerlo todo
y todo lo que sabía del mismo
antes de ser acomodado lentamente en el auto
hacia el hospital. Los primeros narcisos de marzo
florecen deslumbrantes,
el ligustro sin podar resplandece
y unas rosas tenaces siguen inclinando
su cabeza hacia él mientras se va.
Verá la huella oscura de unas babosas
deslizándose en el pasto,
pero no dirá nada,
dejando que todo se desvanezca detrás de sí
como un dibujo de juventud-un rostro
que amó pero que no recuerda bien-
al igual que un nadador cede su cuerpo
al oleaje- un detalle
en la marea poderosa-
sintiendo su vastedad, su contenida
violencia y extraña paz. Así,
abandonando el control ya que las cosas
tenían que pasar, mi padre deserta
y se aleja de este pequeño espacio cercado
de brillo exhuberante que empieza
a resistir otra vez
lo que los días hacen, yendo y viniendo.

Eamon Grennan, Poesía Irlandesa Contemporánea, Tierra Firme, 1999
Versión: Gerardo Gambolini
*
Leaving the Garden

Time to remember again
the last look my father gave  the garden
standing at the gate to take it all
and all he knew of it in
before being slowly eased into the car
for the hospital. Early March
daffodils are in raving bloom
the untrimmed  privet bush glistens,
and some hardy heads at him as he goes.
he'll notice the dark finger-shapes
of a dozen slugs slithering
over grass, but says nothing,
letting it all fall behind him
like an early draft, a face
he loved but he cant´t quite remember-
the way a swimmer lets the swell
take his body with it- a detail
in that mighty
rise and fall-
feeling its hugeness, its contained
violence and curious peace. So
letting go his hold on where
things had to happen, my forsaking father
turns himself away
from this hedged-in small space
of hearty brightness that begins
to weather all over again
what the days do, coming and going.
***
Elemental

El sueño todo agua, un viaje
Dios sabe dónde, una partida
a través de los barrotes de esta clara ventana
más allá de la que parpadea una mezcla
de tránsito a la hora pico, gansos charlatanes, cielo deslucido.
Esta mañana después, luego, alcanzas a ver
elevándose desde el agua turbia,
a una garza de color barro levantándose
entre dos elementos y convirtiéndose con alas extendidas
en un tercero, dejando una pequeña huella
del fuego que la alimenta
en el resplandor del humo que fue
su aliento. Lo que deseas, contemplativo,
es una vida justa entre los elementos:
para estar allí en ese presente perfecto
absoluto, arrojarte a ti mismo imprudente
hacia el futuro, rememorando el pasado—
convirtiéndote sencillamente en el mundo
mientras este se vuelve tú,
siendo cualquier cosa que haya sido llevada
hasta este momento tal como es
sobre un ala extendida: un equilibrio aconteciendo.
*
Elemental

The dream all water, a voyage
to God knows where, a setting off
through bars of this bright-mullioned window
beyond which twinkles a mix
of rush-hour traffic, yapping geese, tattered sky.
This morning after, then, you catch sight of—
rising out of muddy water—
a mud-colored heron lifting itself
out of two elements and vaulting broad-winged
into a third, leaving a little sign
of the fire that feeds it
in the gleam of steam its breath
had been. What you wish for, watching,
is a life so right among the elements:
to be there in that perfect present
absolute, be a self flung headlong
into the future, past looking back—
simply becoming the world
as it becomes you,
becomes whatever has been brought
to this moment as it is
on extended wing: a balance happening.

Versión © Silvia Camerotto

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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char