Mi padre roncando
(de Los muertos
y los vivos)
En la noche profunda lo oía a través de la pared—
mi padre roncando, el enorme y oscuro
coágulo de flema subía por su nariz y
bajaba, como espirales de algas que una ola
trae y se lleva de la orilla. El rugido atorado
llenaba la casa. Incluso abajo en la cocina,
en los cajones, los cuchillos y los tenedores vibraban
con aquel latido distante. Pero en mi habitación
al lado de la ellos, era tan fuerte
que podía sentirme adentro de su cuerpo,
alzada en la soga anudada de su vida
y bajada otra vez al estrecho y oscuro
pozo, sus paredes de ámbar
viscosas alrededor de mi torso, el olor a bourbon
denso como el esputo. Permanecía toda la noche acostado
como una bestia abatida y emitía su llamado espeso
abismal, tapado, como un grito de
ayuda. Y nadie nunca acudió:
no había ninguno de su especie
en ningún lugar de los alrededores.
***
Por
qué mi madre me hizo
(de
La celda de oro)
Quizás
yo soy lo que ella siempre quiso,
mi
padre en mujer,
quizás
soy lo que ella quería ser
cuando
lo vio por primera vez, alto e inteligente,
parado
en el patio de la universidad con la
luz
dura y masculina de 1937
brillando
en su pelo negro. Ella quería ese
poder.
Quería ese tamaño. Tironeó
y
tironeó a través de él como si él fuera caramelo
oscuro
de bourbon, tironeó y tironeó y
tironeó
a través de su cuerpo hasta que me sacó,
patinosa
y brillante, su vida después de su vida.
Quizás
yo sea como soy
porque
ella quería exactamente eso,
Quería
que hubiera una mujer
muy
parecida a ella, pero que no se retaceara, así que
se
apretó fuerte contra él,
apretó
y apretó la pelota clara
y
suave de sí misma como un palo de crema batida
contra
el agrio rallador metálico manchado
hasta
que yo salí atravesando el cuerpo de él,
una
mujer grande, manchada, agria, filosa,
pero
con esa leche en el centro de mi naturaleza,
estoy
recostada aquí como estuve alguna vez recostada
en
la curva de su brazo, su criatura,
y
la siento mirándome como el
hacedor
de una espada mira el reflejo de su cara en
el metal de la hoja.*
Traducción: Inés Garland e Ignacio Di Tullio
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