miércoles, 17 de junio de 2015

Un hada que se mueve y se disfraza

LAURA WITTNER 

(Buenos Aires, Argentina, 1967)



De noche

Cuando se hace de noche los gatos de mi barrio se juntan en la esquina.

“¿Y?”, dicen. “¿Hoy qué cenamos?”.

Para otros es la hora de salir a pasear.

Son todos bichos de nombre largo:

cucarachas, luciérnagas, murciélagos.

Un tren que pasa de noche con las ventanillas iluminadas

parece una hilera de fantasmitas apurados.

Un edificio de noche es como un tablero de ajedrez

con cuadrados que a veces se encienden y a veces se apagan.

Son más fuertes los olores a la noche:

jazmín en el balcón,

carne con papas que prepara la vecina,

tierra húmeda desde el jardín de al lado

que alguien riega en la oscuridad, silbando.

La noche tiene hada protectora.

Un hada que se mueve y se disfraza:

la luna entre los edificios,

en un charco, en las ramas

como un nido de hornero.

La luna finita,

la luna de oro,

la luna muy muy alta,

la luna acá nomás.


De While you sleep-1er premio del Silent Book Contest 2015.

1 comentario:

Duna dijo...

"Algunas noches,
los bichitos de nombre largo,
cenamos una buena ración de poesía,
de poemas aliñados con nostalgia y sonrisas"

Esto me ha pasado a mí al leerte. Gracias

Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char