(Buenos Aires, Argentina, 1937-2015)
Castigo de los pecadores en la Annunziata
qué pecadores Andrea qué pecadores
sólo unos monjes señalando
sí el dedo que apunta que señala suele ser terrible
pero sólo es eso
para un pecador que enfrentó la condena
es casi una gracia
ellos se van al viento a las hojas caídas
el lejano camino de los expulsados
ustedes ¿adónde?
todavía en su vida los colores son muy suaves
pero están solos en la ventolera como ellos
que para colmo no tienen castigo
y atrás alguien sigue arando
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De Kooning
Mujeres
usted se fue a una de las pocas metrópolis del mundo
pero la sombra del alma calvinista
aun en medio de la fiesta de la carne y del color
lo mantuvo estricto y excedido
un pincel que dice no hay redención
con brutales pinceladas
y transforma a las que deberían ser dulces muchachas
en mujeres terribles y devoradoras con caballunos dientes
nos hacen apartar la mirada
pero vuelven a llamarnos para siempre
porque las pintó de rosa de naranja y salpicó verde
en ciertas partes del cuerpo
las devoradoras
terminan en una fiesta del color
donde a nadie le importa ser humillado o mordido
sino sólo participar.
Tomados de poetaguru.blogspot.com.ar
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