viernes, 5 de febrero de 2016

A merced de velocidades tristes

Alberto Cisnero
Tomada del blog otraiglesiaesimposible

(La Matanza, Buenos Aires, Argentina, 1975)

2-

es la noche que profiero y titila
sobre mi cabeza simétricamente
la constelación y en un mismo tono
de estupidez y regocijo encrepo
al mar, oyendo su música intacta,
cosas finidas y compuetas por huesos
y sueños y que no han de volver
con el trémulo albor o la espuma
sucia de la marea.
***
5-

nada tenía ni lo iba a tener jamás.
en su historia él incitaba las negras cuentas
de un gregario, tan poca caridad y amor
tan poco, empeñado en ver extinguirse
las estrellas, circuirlas sin protestas hasta
dejar inactivo el pasado. y lo mismo
si hubiera ocurrido todo de nuevo
o de otra manera, sonreiría al contemplarte.
***
27-

no sabemos dónde está. ya muchos dijeron
muchas cosas. nadie les pidió detalles.
practicaron el comercio del énfasis tras
una recompensa. engañosa esperanza, égloga
alelada de albatros. éste es el lugar del silencio
que acecha. una manera infinitamente leve.
guardalo junto a todas las otras cosas que viste.
tu escasa lectura, un árbol, un grano de tierra,
el vuelo de los pájaros. no interpeles los libros
ni a tu prójimo, porque una letra va antes
que otra ocultando su nombre y condición.
alguien descubrirá la sangre. alguien exclamará
que está vivo. fustiga la brisa. la decimocuarta
noche del lunario. fumo en la cubierta
a merced de velocidades tristes.


De Ajab, Barnacle, Buenos Aires, 2016.

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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char