PAUL ÉLUARD
(Francia, 1895-1952)
A medianoche
Las puertas se abren las ventanas se descubren
Un fuego silencioso se enciende y me deslumbra
Todo se cumple encuentro
Criaturas que no quise
Aquí el idiota que tenía cartas del extranjero
Aquí el anillo inapreciable que él creía de plata
Aquí la charlatana de cabellos canosos
Aquí la niña inmaterial
Inacabada y fea impregnada de noche y de miseria
Recargada de malvas y de absurdas clemátides
Su desnudez su castidad dondequiera sensibles
Aquí el mar y los barcos sobre mesas de juego
Un hombre libre y otro y es el mismo
Bestias rabiosas ante el miedo disfrazado de lodo
Muertos dementes prisioneros todos los ausentes
Pero por qué no estás tú para despertarme.
De Poesía francesa del siglo XX traducida por Raúl Gustavo Aguirre / Poetas franceses contemporáneos (De Baudelaire a nuestros días)
***
22. Con la frente en el cristal como a quien hace velar la pena
cielo cuya noche he traspasado
Diminutas llanuras en mis manos abiertas
En su doble horizonte inerte e insensible
Con la frente en el cristal como a quien hace velar la pena
Yo te busco más allá de la espera
Más allá de mí mismo
Y no sé -tanto te amo-
Cuál de los dos se halla ausente.
***
26. He cerrado los ojos para no ver nada
He cerrado los ojos para llorar
Por no verte.
Dónde están tus manos las manos de la caricia
Dónde están tus ojos la voluntad del día
Tú perdido todo ya no estás aquí
Para iluminar la memoria de las noches.
Yo perdido todo me veo vivir.
Versiones de Manuel Álvarez Ortega
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