martes, 25 de octubre de 2016

Incertidumbre, iremos lejos

Guillaume Apollinaire 
(Roma, Italia, 1880-París, Francia, 1918)
Xilografía de Raoul Dufy


Annie

Sobre la costa de Texas
Entre Mobile y Galveston hay
Un gran jardín lleno de rosas
Contiene también un caserón
Que es una gran rosa.

Una mujer se pasea a menudo
En el jardín completamente sola
Y cuando paso por el camino bordeado de tilos
Nos miramos los dos

Como esa mujer es mennonita
Sus rosales y sus vestidos no tienen botones
Le faltan dos a mi chaqueta
La dama y yo seguimos casi el mismo rito.

Versiones sin datos.
**
El Bestiario o Cortejo de Orfeo
(Fragmento)

El dromedario
Teniendo cuatro dromedarios
Don Pedro de Alfarubeira
Fue por el mundo y lo admiró.
Él hizo lo que hiciera yo
Teniendo cuatro dromedarios.

La cabra del Tibet
Los pelos de esta cabra, y esos
Dorados, el embeleso
De Jasón, nada son al lado
De los que me han enamorado.

La langosta
Es esta la esbelta langosta,
El alimento de San Juan;
Ojalá mis versos, como ella,
De buenas gentes sea el pan.

El delfín
Delfines, jugáis en el mar,
Pero las olas son amargas.
¿A veces brota mi alegría?
La vida es siempre despiadada.

El cangrejo
Incertidumbre, iremos lejos
y alegres, sin volver jamás,
Así como van los cangrejos;
De para atrás... de para atrás...

La carpa
En los estanques y en las charcas,
Cuánto tiempo vivís, ¡áh carpas!
¿Acaso la muerte os olvida,
Peces de la melancolía?

Versión de Otto de Greiff
**
La tortuga
De la Tracia mágica ¡oh delirio!
Mis dedos diestros tañen la lira
Los animales pasan al son
De mi tortuga, de mis canciones.

El caballo
Sabrán cabalgarte mis duros sueños formales
Mi destino en carro de oro de tu hermoso cochero
Y por riendas tensas llevará hasta el escándalo
Mis versos, semejanza de toda poesía.

El león
Ay, león, desgraciado espejo
De reyes caídos tristemente
Ya no nace más que en jaulas
Allá en Hamburgo, entre alemanes.

La pulga
Pulgas, amigos y aún amantes,
Qué crueles son los que nos aman.
Por ellos derramamos nuestra sangre
Desdichados son los bienamados.

Versiones de Daniel Laks Adler

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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char