martes, 28 de marzo de 2017

La casa fue vendida con sus golpes en la puerta

Carlos Drummond de Andrade

(Minas Gerais, Brasil, 1902-Río de Janeiro, id., 1987)

Unidad

Las plantas sufren como sufrimos nosotros.
¿Por qué no habrían de sufrir
si esa es la clave de la unidad del mundo?

La flor sufre, tocada
por la mano inconsciente.
Hay una queja velada
en su docilidad.

La piedra es sufrimiento
paralítico, eterno.

Nosotros, animales, no tenemos
siquiera el privilegio de sufrir.

Versión de Sandra Toro
**
Liquidación
               

La casa fue vendida con todos los recuerdos
todos los muebles todas las pesadillas
todos los pecados que se cometieron en vida
o por cometer.
La casa fue vendida con sus golpes en la puerta
con su viento acanalado su vista del mundo
sus imponderables
por veinte, veinte contos.

Versión sin datos
**
De Archivo
En mitad del camino había una piedra...

En mitad del camino había una piedra
había una piedra en la mitad del camino
había una piedra
en la mitad del camino había una piedra.

Nunca olvidaré la ocasión
nunca tanto tiempo como mis ojos cansados permanezcan abiertos.

Nunca olvidaré que en la mitad del camino
había una piedra
había una piedra en la mitad del camino
en la mitad del camino había una piedra.

Versión de Rafael Díaz Borbón

No hay comentarios:

Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char