miércoles, 14 de junio de 2017

En bocas crueles de bravas serpientes

Juan Alfonso de Baena

(Baena, Córdoba, España, 1365-id., 1435)

El Cancionero de Baena
(¿1426- 1430?)
La importante labor de recopilación de Juan Alfonso de Baena consistió en recoger en su cancionero  composiciones de los poetas que vivieron y escribieron durante los reinados de Enrique II (1369-1379), Juan I (1379-1390), Enrique III (1390-1406) y las primeras décadas de Juan II (1406-1454). El Cancionero de  Baena  es una pieza única, muy importante, que pone  a  salvo  del  olvido  576 composiciones  de  cincuenta  y  seis  poetas  que  integran las corrientes poéticas fundamentales de la segunda mitad del siglo XIV y la primera del XV.

Se cree que Juan Alfonso terminó de escribir su libro sobre 1430, pues al parecer éste había muerto ya en 1435; y, dada la notoriedad de la obra de Juan Alfonso, empezaron a hacerse copias. Una de ellas, y la única existente en todo el mundo, se encuentra con  la signatura “Esp.   37” en  la   Biblioteca Nacional de París. Sus dimensiones son de 406 x 270 mm;   está  copiada  en  papel manufacturado   en  Pistoia (Italia) durante los años 1461-1462, con letra gótica del siglo XV  a dos columnas, en tinta negra para los versos y en roja para la  mayoría de los epígrafes o rúbricas. Al parecer, no fue un solo copista quien lo copió, sino que hubo hasta cinco. El contenido del manuscrito que conocemos “acaba en el folio 192, reservándose a continuación un añadido de diez folios para los Proverbios de Santillana y, en   distinto papel de hacia 1500,las Coplas de Jorge Manrique. Los 192 folios que componían  originariamente la copia se articulan en 16 cuadernos de 12 folioscada uno.

 Juan Alfonso de Baena afirma en su Prólogo:

si [los hombres] desean e quieren saber del tiempo que es por venir, non pueden los omnes saber el comienço nin la fin de las cosas que ende avernán, e, por tanto, non saben çiertamente ninguna cosa de aquel tiempo. E si del tiempo que es presente quieren saber algo, maguera que saben los comienços de los fechos que en aquel tiempo se fazen, pero, con todo esso, porque non pueden saber el medio nin la fin quál será, es de tener que non saben los omnes complidamente ninguna cosa de aquel tiempo presente.


Alto rey muy soberano
de los reynos de Castilla,
asentado en rica silla
como noble palanciano,
resc,ebit en vuestra mano
este escripto muy plaziente
que vos da con buen tálente
vuestro servidor fulano.
*
Lo por mí profetizado,
lindo Rey, non lo neguedes,
que Dios sabe e vos sabedes
cómo ove denunçiado,
por el mundo publicado
el triumpho que tenedes;
aunque bien lo mereçedes,
yo non fui por esso errado.
[…]
pues que de franqueza usades
dando ofiçios e heredades,
yo non vaya desdeñado.
*
 Quien troba parlando, non seyendo letrado,
de costelaçiones e de astronomía,
pues yerra en los puntos de su notomía [anatomía, i. e. del cielo]
e finca en sus dichos muy avergonçado,
ca d’esto fablar non yaze en deitado [poema];
por ende, castigo devía ser puesto
al que trobando declama denuesto
de quienquier, de más si tien’ grant estado.
*
e peresçerá su dura braveza
en bocas crueles de bravas serpientes;
serán quebrantados con muy bravos dientes
muy empoçoñados del bravo dragón,
[…]
   El Sol e la Luna farán mudamiento,
Mares, Mercurio, el Júpiter fuerte,
Venus, Saturno trocarán la suerte;
farán a la rueda fazer bolvimiento, etc.  
*
ero el girifalte saldrá de la muda
aunque las alas le fueron peladas,
todas presiones serán asombradas
porque ferirá con uña muy cruda,
e non será ave que contra él acuda
porque él fará en alto su buelo,
nin consentirá al sacre torçuelo
que tome la presa sin la su ayuda.
*
mas ave sin pluma dar grandes boladas
aquesto vos pongo en una gran duda;
si Dios la Natura transtorna, trasmuda,
que caçe el milano e venga al señuelo
e fuyan açores delante el mochuelo,
non puede ser d’esto que mal non recuda
*
Gozen e tomen las altas conquistas,
apuren las mares, los moros vençiendo,
a todas las tierras que d’ellos son vistas
ellos las sigan e vayan conqueriendo,
en Jerusalén su silla poniendo,
reçibiendo corona de alto emperador,
[…] Ca segund leí en las Profeçías,
por él ha de ser aquesto acabado;
avrá luenga vida e todos sus días
será vençedor e bienaventurado  
**

Fuestes oy comadre a missa?
—No comadre, que no pude.
—Comadre, assí Dios me ayude
eos finaredes de risa...
*
Plázeme con condición
desto que quiero hablar,
que sea con intención
que todas quantas y son
que todas han de cantar
Y comencaré primero
pues me queréys importunar:
no quiero quedar postrera
porque no digáys que qui[e]ro
facerme mucho de rogar.
Comienca cada vna su cantar.
Si merendardes comadres
si merendardes llamarméys.
Las comadres se juntaron
vnas veynte a merendar
y a la partera llamaron
todos estos que oyrés nombrar.
*
Estáys acá vida mía?
Jesús, y quién llama a mi puerta?
—Vn hombre de buena vida
que no seréys descubierta.
Vos amigo a quién buscáys
o a qué venís a tal hora?
—Vengo a vos que me matáys
graciosa linda señora.
Señora yo mato a vos
y vos me tenéys en cadenas,
nunca vos perdone Dios
si no me sacáys de penas.
¿Quién vos dio tan gran conquista
o venís fuera de seso?
—La vuestra graciosa vista
me hizo que fuese preso.
—Cómo •—por vista os prendieron?
—Sí, pardiós,
porque mis ojos quisieron
mirar la gracia de vos.
Cabo
Yo ley dentro en Vaena
y abezéme arborrones
y a comer alcaparrones
muchas vezes sobre cena.
E los libros de Auigena
e sus rectos inforismos,
alto Rey mis silogismos
fazen fin mas ál resuena.

Fuente: juanalfonsodebaena.org/contenido-del-cancionero-de-baena

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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char