miércoles, 20 de junio de 2018

Y luego aullaría toda la noche, solitario

Hermann Hesse

(Alemania, nacionalizado suizo, 1877-1962) 

Lobo estepario

Yo, lobo estepario, troto y troto,
la nieve cubre el mundo,
el cuervo aletea desde el abedul,
pero nunca una liebre, nunca un ciervo.

¡Amo tanto a los ciervos!
¡Ah, si encontrase alguno!
Lo apresaría entre mis dientes y mis patas,
eso es lo más hermoso que imagino.
Para los afectivos tendría buen corazón,
devoraría hasta el fondo de sus tiernos perniles,
bebería hasta hartarme de su sangre rojiza,
y luego aullaría toda la noche, solitario.

Hasta con una liebre me conformaría.
El sabor de su cálida carne es tan dulce de noche.
¿Acaso todo, todo lo que pueda alegrar
una pizca la vida está lejos de mí?
El pelo de mi cola tiene ya un color gris,
apenas puedo ver con cierta claridad,
y hace años que murió mi compañera.

Ahora troto y sueño con ciervos,
troto y sueño con liebres,
oigo soplar el viento en noches invernales,
calmo con nieve mi garganta ardiente,
llevo al diablo hasta mi pobre alma.
**
Libros

Ninguno de los libros de este mundo
te dará la felicidad,
aunque ellos te muestran clandestinamente
el camino de regreso a ti.
Allí está todo cuanto precisas,
el sol, las estrellas y la luna,
pues la luz tras la que vas
en ti mismo habita.
La sabiduría que largamente buscaste
en las bibliotecas
luce ahora en cada página,
ahora es tuya.
**
Noche solitaria

Vosotros, hermanos míos,
pobres hombres, cercanos o alejados;
vosotros, que a la luz de las farolas
soñáis con un consuelo para vuestras penas;
vosotros, silentes, que unís las manos,
orando, renunciando, sufriendo
en las pálidas noches estrelladas;
vosotros, que padecéis o permanecéis despiertos,
navegantes sin astros ni ventura,
rebaño errante sin cobijo,
extraños y, sin embargo, mis hermanos,
¡devolvedme el saludo que os ofrezco!
**
Hoja marchita 

Toda flor desea su fruto,
todo amanecer se encamina al crepúsculo,
nada eterno hay en la tierra,
excepto la transformación y la fuga.

También el más bello verano
quiere sentir alguna vez el otoño y lo caduco.
Detente, hoja, sé paciente y silenciosa
cuando el viento desee llevarte.

Sigue jugando tu juego, no te detengas,
deja, tranquila, que las cosas ocurran.
Permite que el viento que te arranca
sople y te conduzca a casa.
**
Cumpleaños

Hemos nacido a medias, no del todo,
somos un simple ensayo de lo Eterno,
aunque creemos, a pesar de ello,
que cada criatura se encamina a un fin,
que de la Unidad parte y se dirige al Todo.
Efímeros y débiles
nos ha creado la Naturaleza,
y es, sin embargo, meta y esperanza de todo ser piadoso
hacerse en Dios fuerte y eterno.

Versiones de Carlos Javier González Serrano.

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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char