viernes, 11 de abril de 2014

Ahora que no hablo y tengo sólo los ojos

ANTONELLA ANEDDA
Tomada de casadellapoesia.org

(Anedda-Angioy)
(Roma, Italia, 1958; reside entre Roma y Cerdeña)

Al ángel, después de la expulsión

Me empujas diciendo "se está bien en la oscuridad".
Miro los geranios sobre la ventana ciega
pienso: los regaré de todos modos
hasta el clarear de una hoja
la uña de un color,
pero la lengua que hace un momento me has cortado
no puede pensar mucho tiempo.
"¿Por qué?", había preguntado al comienzo.
Ahora que no hablo y tengo solo los ojos
dices que estoy hecha para las tinieblas
lees con tu voz de ladrillo ronco
lo que está escrito en la pared para mí, para ti, todos nosotros
"esparzo las obras, se las doy de comida a los pájaros
con el mijo en el balcón. A ustedes les basta un poco de pan,
un escabel. Tal vez lo hayan olvidado: es una prisión."

**
All’angelo, dopo la cacciata

Mi spingi dicendo “si sta bene al buio”.
Guardo i gerani sulla finestra cieca
penso: li annaffierò comunque
fino alla schiarita di una foglia
all’unghia di un colore,
ma la lingua che a un tratto mi hai tagliato
non può pensare a lungo.
“Perché?” avevo chiesto all’inizio.
Adesso che non parlo e ho solo gli occhi
dici che sono fatta per le tenebre
leggi con la tua voce di mattone rauco
cosa è scritto sul muro, per me, per te, noi tutti
“spargo le vostre opere, le do in pasto agli uccelli
col miglio sul balcone. Vi basta un po’ di pane
uno sgabello. Forse avete dimenticato: è una prigione.”
***
Amor y cuervo

He visto un cuervo bajar
sobre un escalón de la escalera:
ha sido un milagro de negritud luciente
un largo escrito sobre el blanco de la piedra.
La entera bajada -mía y del cuervo- sabía a abedul y miel.
Nuestros cuerpos -el del cuervo y el mío- eran esbeltos y viejos.
-Mirándolo moverse noté
cuán ofuscado estaba el negro
algunas manchas y el andar incierto. También mis piernas, aquí y allá
   manchadas por la edad y el sol,
eran un signo como para él ese ciego andar a los saltitos.
Sin embargo los dos en amor amábamos: él sus pocas plumas brillantes, yo
   un residuo de gracia:
el ahusarse de las piernas hacia los pies y los pies ligeramente contraídos
frágiles (como los suyos) con garras carmesí.
Ahora volamos, él hacia el cielo y yo hacia la tierra
allá abajo la escalera me espera:
un limbo aún sin color, pero con musgo y piedras
un continente inexplorado.

Es un bien que vacila.

El cielo llama al cuervo.
La piedra hace crujir bajo mis pasos una orquesta de grava.
Devora partes de mí. Roe los talones.
**
Amore e corvo

Ho visto un corvo abbassarsi 
su uno dei gradini della scala:
è stato un miracolo di nerità lucente
un lungo inchiostro sul bianco della pietra.
 L’intera discesa – mia e del corvo – sapeva di betulla e miele.
 I nostri corpi - del corvo e mio - erano svelti e vecchi.
- Guardandolo muoversi mi accorsi
    di quanto il nero fosse offuscato
di qualche macchia e di come l’andatura fosse 
incerta. Anche le mie gambe, qua e là macchiate dall’età e dal sole
erano un segno come per lui quel cieco saltellare.
Eppure entrambi in amore amavamo: lui le poche lucide piume
 io un residuo di grazia:
l’affusolarsi delle gambe fino ai piedi e i piedi  leggermente contratti
fragili (come i suoi) con artigli cremisi. 
Ora voliamo lui verso il cielo e io verso la terra
laggiù sotto la scala che mi aspetta:
un lembo ancora senza colore, ma con muschio e pietre
un continente inesplorato.

E’ un bene che vacilla. 

Il cielo chiude il corvo.
La pietra mi scricchiola sui passi un’orchestra di ghiaia.
Inghiotte parti di me. Rode i talloni.
** De Dal balcone del corpo,  2007. 
De próxima aparición en Hilos Editora.
Versiones: Jorge Aulicino
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Antonella Anedda (Anedda-Angioy) nació en Roma en 1958 y vive entre Roma y Cerdeña. Se graduó en historia del arte moderno y actualmente colabora con el Master de italianística en la Universidad de Lugano y con el cotidiano Il Manifesto. Publicó los libros de poesía Residenze invernale (1992), Notti di pace occidentale (1999, Premio Montale 2000), Il catalogo della gioia (finalista del Premio Viareggio en 2003), Dal balcone del corpo (2007, por el que recibió los premios Dedalus, Dessi y Nápoles) y Salva con nome (2012). Asimismo ha publicado los libros de ensayo Cosa sono gli anni (1997), La luce delle cose (2000), La lingua disadorna (2001), Come solitudine (2003) y La vita dei dettagli (2009). Sus traducciones de poetas clásicos y modernos fueron reunidas en el volumen Nomi distanti (1998).

1 comentario:

Pedro Robles dijo...

Siempre leo "El Mundo Incompleto" es para mí una escuela del arte del bien decir, indispensable e insustituible.
Pedro Robles Encina (pen name) o Apiano Leon de Valiente (pen name)

Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char