(Nueva York, EE.UU., 1943)
PRISMA
1.
¿Quién puede decir lo que es el mundo? El mundo
fluye, por lo tanto es
ilegible, los vientos cambian,
las grandes placas mudan y cambian invisiblemente-
2.
Polvo. Fragmentos
de roca agrietada. En la que
el corazón expuesto construye
una casa, memoria: los jardines
manejables, a pequeña escala, las camas
húmedas a la orilla del mar-
3.
Al acoger
a un enemigo, a través de esas ventanas
uno acoge
el mundo:
aquí está la cocina, aquí el estudio en sombras
Significado: soy el amo aquí.
4.
Cuando te enamoras, decía mi hermana,
es como ser golpeada por un rayo.
Hablaba con esperanza,
para atraer la atención del rayo.
Le recordé que estaba repitiendo exactamente
la fórmula de nuestra madre, que ella y yo
habíamos discutido en la infancia, porque ambas sentíamos
que lo que se veía en los adultos
no eran los efectos del rayo
sino de la silla eléctrica.
5.
Acertijo:
¿Por qué mi madre era feliz?
Respuesta:
Se casó con mi padre.
6.
"Chicas", decía mi madre, "deberíais casaros
con alguien como vuestro padre".
Éste era uno de sus comentarios. Otro era:
"No hay nadie como vuestro padre".
7.
De las nubes ahuecadas, templados hilos de plata.
Inverosímil
amarillo de los olmos, venas
de mercurio que fueron cauces de ríos-
Y otra vez la lluvia, borrando
huellas en la tierra húmeda.
Un camino implícito, como
un mapa sin encrucijadas.
8.
La implicación era: es necesario abandonar
la infancia. La palabra "casarse" era una señal.
También podías concebirla como un consejo estético;
la voz del niño era pesada,
no tenía registros bajos.
La palabra era un código, misteriosa, como una piedra de Rosetta.
También era una señal de tráfico, una advertencia.
Podías llevar algunas cosas como dote.
Podías llevarte tu parte pensante.
"Casarse" significaba que tendrías que acallar ese pensar.
9.
Noche de verano. Fuera,
sonidos de una tormenta de verano. Luego el cielo se aclara.
En la ventana, las constelaciones del verano.
Estoy en cama. Este hombre y yo
estamos suspendidos en la extraña calma
a menudo inducida por el sexo. Inducida por buena parte del sexo.
El anhelo, ¿qué es? El deseo, ¿qué es?
En la ventana, las constelaciones del verano.
Antes era capaz de nombrarlas.
10.
Abstractas
formas, patrones.
La luz de la mente. Los fríos, severos
fuegos del desinterés, curiosamente
bloqueados por la tierra, coherente, brillando
en aire y agua;
las elaboradas
señales que decían ahora siembra, ahora recoge-
Podía nombrarlas, tenía nombres para ellas:
dos cosas distintas.
11.
Fabulosas, las estrellas.
Cuando era niña sufría de insomnio.
En las noches de verano mis padres me dejaban sentarme junto al lago;
llevaba al perro como compañero.
¿Dije "sufría"? Era el modo en que mis padres explicaban
gustos a su juicio
inexplicables: mejor "sufría" que "prefería vivir con el perro".
Oscuridad. Silencio que anulaba la mortalidad.
Las barcas amarradas subían y bajaban.
Con la luna llena a veces podía leer los nombres
de chica
pintados en los laterales de las barcas:
Ruth Ann, Dulce Izzy, Peggy querida-
No iban a ninguna parte aquellas chicas.
No había nada que aprender de ellas.
Extendía mi chaqueta en la arena húmeda,
el perro se acurrucaba a mi lado.
Mis padres no podían ver la vida en mi interior;
cuando la escribía, corregían la ortografía.
Sonidos del lago. Los balsámicos, inhumanos
sonidos del agua lamiendo el muelle, el perro buscando rastros
en algún lugar
entre la hierba-
12.
La tarea era enamorarse.
Los detalles concernían a cada cual.
La segunda parte consistía
en incluir en el poema ciertas palabras,
palabras extraídas de un texto específico
sobre un tema completamente diferente.
13.
Lluvia de primavera, luego una noche de verano.
La voz de un hombre, luego la voz de una mujer.
Crecías, un rayo te golpeaba.
Al abrir los ojos, estabas unida para siempre a tu
verdadero amor.
Sólo ocurría una vez. Luego se ocupaban de ti,
tu historia concluía.
Ocurría una vez. Ser golpeada por el rayo era como ser vacunada;
el resto de tu vida eras inmune,
estabas a salvo.
A menos que el golpe no fuera lo suficientemente profundo.
Entonces no te vacunabas, te volvías adicta.
14.
La tarea era enamorarse.
El autor era mujer.
Al ego había que llamarlo alma.
La acción tenía lugar en el cuerpo.
Las estrellas representaban todo lo demás: sueños, la mente, etc.
El amado se identificaba
con el yo en una proyección narcisista.
La mente era una trama secundaria. Conversaba y conversaba.
El tiempo se experimentaba
menos como narrativa que como ritual.
Lo que se repetía adquiría peso.
Algunos finales eran trágicos, y por lo tanto aceptables.
Todo lo demás era un fracaso.
15.
Engaño. Mentiras. Adornos que llamamos
hipótesis-
Había demasiadas carreteras, demasiadas versiones.
Había demasiadas carreteras, ningún camino-
¿Y al final?
16.
Enumera las implicaciones de "encrucijada".
Respuesta: una historia que tendrá moraleja.
Pon un contraejemplo:
17.
El yo acabó y empezó el mundo.
Eran del mismo tamaño,
proporcionados,
uno reflejo del otro.
18.
El acertijo era: por qué no podíamos vivir en la mente.
La respuesta era: se interpuso el obstáculo de la tierra.
19.
La habitación, en silencio.
Es decir, la habitación estaba en silencio, pero los amantes respiraban.
Del mismo modo, la noche era oscura.
Era oscura, pero las estrellas brillaban.
El hombre en la cama fue uno de los muchos hombres
a los que entregué mi corazón. La entrega de una misma
no tiene límites.
No tiene límites, aunque se repite.
La habitación, en silencio. Era un absoluto,
como la noche negra.
20.
Noche de verano. Sonidos de una tormenta de verano.
Las grandes placas mudan y cambian invisiblemente-
Y en la habitación oscura, los amantes duermen abrazados.
Somos, cada uno de nosotros, aquel que se despierta primero,
el primero que se mueve y observa, ahí, en la primera luz del día,
al extraño.
***
1.
Who can say what the world is? The world
is in flux, therefore
unreadable, the winds shifting,
the great plates invisibly shifting and changing–
2.
Dirt. Fragments
of blistered rock. On which
the exposed heart constructs
a house, memory: the gardens
manageable, small in scale, the beds
damp at the sea’s edge–
3.
As one takes in
an enemy, through these windows
one takes in
the world:
here is the kitchen, here is the darkened study.
Meaning: I am master here.
4.
When you fall in love, my sister said,
it’s like being struck by lightning.
She was speaking hopefully,
to draw the attention of the lightning.
I reminded her that she was repeating exactly
our mother’s formula, which she and I
had discussed in childhood, because we both felt
that what we were looking at in the adults
were the effects not of lightning
but of the electric chair.
5.
Riddle:
Why was my mother happy?
Answer:
She married my father.
6.
“You girls,” my mother said, “should marry
someone like your father.”
That was one remark. Another was,
“There is no one like your father.”
7.
From the pierced clouds, steady lines of silver.
Unlikely
yellow of the witch hazel, veins
of mercury that were the paths of the rivers–
Then the rain again, erasing
footprints in the damp earth.
8.
The implication was, it was necessary to abandon
childhood. The word “marry” was a signal.
You could also treat it as aesthetic advice;
the voice of the child was tiresome,
it had no lower register.
The word was a code, mysterious, like the Rosetta stone.
It was also a roadsign, a warning.
You could take a few things with you like a dowry.
You could take the part of you that thought.
“Marry” meant you should keep that part quiet.
9.
A night in summer. Outside,
sounds of a summer storm. Then the sky clearing.
In the window, constellations of summer.
I’m in a bed. This man and I,
we are suspended in the strange calm
sex often induces. Most sex induces.
Longing, what is that? Desire, what is that?
In the window, constellations of summer.
Once, I could name them.
10.
Abstracted
shapes, patterns.
The light of the mind. The cold, exacting
fires of disinterestedness, curiously
blocked by earth, coherent, glittering
in air and water,
the elaborate
signs that said now plant, now harvest–
I could name them, I had names for them:
two different things.
11.
Fabulous things, stars.
When I was a child, I suffered from insomnia.
Summer nights, my parents permitted me to sit by the lake;
I took the dog for company.
Did I say “suffered”? That was my parents’ way of explaining
tastes that seemed to them
inexplicable: better “suffered” than “preferred to live with the dog.”
Darkness. Silence that annulled mortality.
The tethered boats rising and falling.
When the moon was full, I could sometimes read the girls’ names
painted to the sides of the boats:
Ruth Ann, Sweet Izzy, Peggy My Darling–
They were going nowhere, those girls.
There was nothing to be learned from them.
I spread my jacket in the damp sand,
The dog curled up beside me.
My parents couldn’t see the life in my head;
when I wrote it down, they fixed the spelling.
Sounds of the lake. The soothing, inhuman
sounds of water lapping the dock, the dog scuffing somewhere
in the weeds–
12.
The assignment was to fall in love.
The details were up to you.
The second part was
to include in the poem certain words,
words drawn from a specific text
on another subject altogether.
13.
Spring rain, then a night in summer.
A man’s voice, then a woman’s voice.
You grew up, you were struck by lightning.
When you opened your eyes, you were wired forever to your true love.
It only happened once. Then you were taken care of,
your story was finished.
It happened once. Being struck by lightning was like being vaccinated;
the rest of your life you were immune,
you were warm and dry.
Unless the shock wasn’t deep enough.
Then you weren’t vaccinated, you were addicted.
14.
The assignment was to fall in love.
The author was female.
The ego had to be called the soul.
The action took place in the body.
Stars represented everything else: dreams, the mind, etc.
The beloved was identified
with the self in a narcissistic projection.
The mind was the subplot. It went nattering on.
Time was experienced
less as narrative than ritual.
What was repeated had weight.
Certain endings were tragic, thus acceptable.
Everything else was failure.
15.
Deceit. Lies. Embellishments we call
hypotheses–
There were too many roads, to many versions.
There were too many roads, not one path–
And at the end?
16.
List the implications of “crossroads.”
Answer: a story that will have a moral.
Give a counter-example:
17.
The self ended and the world began.
They were of equal size,
commensurate,
one mirrored the other.
18.
The riddle was: why couldn’t we live in the mind.
The answer was: the barrier of the earth intervened.
19.
The room was quiet.
That is, the room was quiet, but the lovers were breathing.
In the same way, the night was dark.
It was dark, but the stars shone.
The man in bed was one of several men
to whom I gave my heart. The gift of the self,
that is without limit.
Without limit, though it recurs.
The room was quiet. It was an absolute,
like the black night.
20.
A night in summer. Sounds of a summer storm.
The great plates invisibly shifting and changing–
And in the dark room, the lovers sleeping in each other’s arms.
We are, each of us, the one who wakens first,
who stirs first and sees, there in the first dawn,
the stranger.
[De Averno]
**
Traducción: Stalker
Tomado de lostinmarienbad.blogspot.com.ar
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