sábado, 29 de noviembre de 2014

Cuál será para mí la edad de la razón

MIGUEL GAYA
Tomada de revistaguka.wordpress.com


(Ayacucho, Prov. de Buenos Aires, Argentina, 1953-)

EL EMIGRADO

Un poeta que hablaba mi lengua
y no la de ustedes
pero a quien traiciono hablando como ustedes
para que ahora lo entiendan
decía:
“Mis ojos hace tiempo se niegan a ver claro,
desde el último mes, mis oídos son sordos,
la juventud perdida, ¿adónde iré a buscarla?

Sin embargo, yo, siendo joven,
tuve ojos que vieron sin entender
y oídos que fueron sordos a las voces de los hombres.
Mi juventud pasó entre gente extranjera
y la vejez no me traerá el consuelo de oír mi propia voz.
¿Cuál será para mí la edad de la razón,
quién me mirará alguna vez como a un hombre?

Espero la muerte
como quien llega al fin de una jornada sólo fatigosa.
¿Es mi corazón el único que palpita en esta tierra extraña?

(10-5-1979)

(en “Grupo Onofrio de Poesía Descarnada”, con Javier Cófreces y Jonio González, Ediciones en Danza)
Cortesía de Jonio González

No hay comentarios:

Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char