Tomada de youtube.com |
(Buenos Aires, Argentina, 1967)
EN la noche negra
con olor vegetal
el chirrido en vaivén
de una hamaca
en lugar de conciencia.
**
Un cantero
Un cantero de rosas
de distintos colores:
las veo sin anteojos.
“Parece que son rosas, y que hay
amarillas y blancas,
rosas, rojas”, me digo.
Para verlas en serio
me pongo los anteojos:
que dejen de ser bruma.
Pero el gesto de ponérmelos
trae nuevas inquietudes
y ahora que veo las rosas
concretamente
ya me olvidé de ellas.
Estoy en otra parte
y no las veo.
**
Claro, lo digital
Claro, lo digital; pero hay imágenes
que siguen revelándose sólo en la negrura:
la del balcón berlinés con una línea
de macetas rojas chicas cuyas plantas
invernales florecidas en el viento
y en la luz de las diez de la mañana
sutiles, parecían como zumbar
cuando una vez María, otra vez yo
corríamos la cortina
se revela recién cuando María
meses después me visita en Buenos Aires
y pide la narración de este proceso
lento, esforzado a través del cuarto oscuro.
Acá está, al fin, la foto del balcón.
Se está secando.
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